lunes, 11 de julio de 2016

Armónicas en astrología, según Eloy R. Dumon


Armónicas en Astrología

por Eloy R. Dumon *
Este artículo fue publicado originalmente en 1982, en la revista Astrología, editada por el Centro Astrológico de Buenos Aires, y reeditado en 1984 por la revista Kepler, Astrología y cultura de Síntesis, nº 4, Madrid. La que aquí presentamos es la versión aparecida en Kepler, al final de la cual figura el término "Continuará", que indica, naturalmente, la existencia de una segunda parte. Parece, no obstante, que el nº 5 de esta revista, donde debía aparecer la anunciada continuación, nunca llegó a publicarse. 
        
        Hoy hablaremos acerca de uno de los descubrimientos más importantes y reveladores realizados en astrología en los últimos tiempos, que ha sido considerado dado su envergadura, junto con el Sistema Topocéntrico en materia de domificación de casas, uno de los más grandes adelantos que se hayan llevado a cabo en lo que va del Siglo XX.

        El astrólogo inglés, John Addey, que falleció el 27 de marzo de este año en Londres a la edad de 62 años, fue quien descubrió el principio de las armónicas. Con esta disertación quiero rendir mi sincero y cálido homenaje a quien admiré y sigo admirando por su espíritu pionero, brillante, sencillo y desinteresado, y en quien encontré personalmente hace mucho tiempo, apoyo y comprensión.

        Es posible afirmar que de las varias investigaciones en astrología que se han llevado a cabo en los últimos años, ninguna es tan dramática y contundente como la de Gauquelin, el estadístico francés; pero desde un punto de vista estrictamente astrológico, no existen otras más informativas y concluyentes que las realizadas por John Addey. Este gran astrólogo decidió investigar allá por la década del 60, las cartas natales de 970 nonagenarios.

        Sin entrar en detalles técnicos y al estudiar estadísticamente este grupo de cartas, podemos decir que Addey no encontró evidencias acerca de que los Piscianos -tal como se afirma en los libros de texto-, tengan vida corta ni tampoco de que los Capricornianos tengan vida larga; le pasó algo parecido a lo que le sucedió a Gauquelin cuando descubrió que había igual número de militares nacidos bajo el signo de la paz y del amor, como es Libra, que en los signos marciales de Aries y Escorpio. Y aunque las estadísticas con respecto a la posición en los signos zodiacales resultaron infructuosas, ya que los nonagenarios nada tenian en común, salvo su longevidad, le pareció a Addey que éste solo factor era suficiente para merecer una conexión de alguna manera. Después de mucho tiempo y de analizar la prueba de diferentes maneras, encontró por fin un factor significativo.

        Los astrólogos han reconocido durante mucho tiempo una cualidad diferente entre un aspecto aplicativo y otro separativo. Por ejemplo, si en un horóscopo el Sol está en 10º de Libra y Saturno, que es más lento, está en 12º de Libra también, se dice que están en conjunción aplicativa porque el Sol se acerca a Saturno. Pero si las posiciones fueran a la inversa, el aspecto será separativo, porque el Sol se alejaría. Este proceso en astrología es comparable al así llamado efecto Doppler en acústica donde, por ejemplo, la sensación captada por el oído del sonido de una bocina de un móvil que se acerca, no es el mismo del que se aleja, aunque las distancias al oyente sean las mismas. En el fenómeno de la luz sucede lo mismo, y es por este efecto que se sabe cuándo una estrella se aproxima y otra se aleja de la Tierra.

        Cuando el aspecto es aplicativo produce tensión, excitación, acción; pero cuando es separativo significa liberación, prolongación, dilatación y es más pasivo. Addey descubrió una impresionante y significativa preponderancia de aspectos separativos en las cartas de los 970 nonagenarios, y aunque nadie habia pensado antes en esto, se puede prever que los nonagenarios compartan una predisposición a conservar la energía, a no gastarla demasiado o cuidando de no arruinar su vitalidad física de alguna manera; y éste es el efecto conferido por el aspecto separativo, de acuerdo con la tradición astrológica.

        Pero Addey, desconfiando de que sus estadísticas fueran una casualidad favorable, hizo un experimento más interesante. Trató de probar lo contrario, o sea, buscar un grupo de gente de quienes se podía esperar lo opuesto, es decir una preponderancia de aspectos aplicativos.

        Como funcionario de un hospital de enfermos de poliomielitis en Londres, Addey consiguió los datos de nacimiento de un gran número de enfermos (más de 1.000 casos) porque se le ocurrió que si los nonagenarios mostraban una preponderancia de aspectos separativos, entonces las víctimas de polio, opuestos desde el punto de vista del carácter, debían tener preponderancia de aspectos aplicativos. Es un hecho médico conocido que las víctimas de polio poseen una caracterología bien reconocible : son inteligentes, nerviosos y activos. Es raro que el individuo apagado y perseverante contraiga esta enfermedad. Para el astrólogo, esto se relaciona muy bien con los aspectos de Marte-Mercurio, o sea, nerviosidad, estímulo intelectual, excitación; pero también con Saturno, dada su influencia sobre el cerebro, segun las comprobaciones recientes de las estadísticas de Gauquelin efectuadas con miles de científicos saturninos.

        Los médicos describen al virus de la polio como de una acción más bien suave o mansa, excepto cuando una misteriosa barrera nerviosa que normalmente es resistente, se rompe o no funciona y el cerebro así debilitado permite la invasión del virus.

        La hipótesis de Addey fue confirmada plenamente. Se encontró que los aspectos aplicativos ocurrían con mayor frecuencia que los separativos, o sea, lo contrario a lo que sucedía con los nonagenarios.

        Al estudiar las ondas que se formaban en los diagramas de sus cartas, Addey se dio cuenta de su naturaleza recurrente. Es decir, eran ondas que se repetían, y esto era lo significativo. La recurrencia creaba una onda que para la tradición astrológica no era conocida, porque no tenía sentido en términos de un Zodíaco de 12 signos. Al reinterpretar los datos de los poliomielíticos en función de los signos zodiacales, Addey encontró que mientras las divisiones tradicionales en Aries, Tauro, Géminis, etc. no producían ningún resultado positivo, si se dejaban de lado estas divisiones preconcebidas, como compartimentos estancos, y se controlaban las formas ondulantes en cualquier parte que cayeran, emergían distintos modelos. Las víctimas de polio tendían a nacer de acuerdo con la armónica 12, pero con mayor fuerza todavía segun la armónica 120. Veamos el diagrama 1.


DIAGRAMA 1 

        La armónica 120 se produce multiplicando la posición absoluta del Sol (o sea, desde 0º de Aries) por 120 y restando tantas veces 360º como esté contenido en el número obtenido.


        Como ven existen varios ejemplos de la posición del Sol en la determinación de la armónica 120 y, como dijimos, cada 3º se produce el ingreso al 0º de Aries en la armónica 120, que es el caso de un Sol en 3, 6, 9, etc. de cualquier signo. 

        En lenguaje estadístico, las cartas de Addey indican que un chico que nace con el Sol cada 3º grados de un signo cualquiera (o sea, 3, 6, 9, 12, etc.) está mas predispuesto a contraer la polio que una criatura que nace con el Sol en los dos grados intermedios. 

        ¿Qué significan las estadísticas de Addey? ¿Significa que un astrólogo puede predecir a través de los datos de nacimiento cuál chico tiene más posibilidades de enfermar de polio y cual no? De ninguna manera, lo que quiere decir es que Addey aisló al menos dos factores astrológicos: los aspectos aplicativos y la Armónica 120 en la propensión a la polio, y de este modo abrió un nuevo campo en la investigación astrológica que si se explora profundamente puede producir importantes resultados. 

        Estas investigaciones revelan que todas nuestras ideas astrológicas fundamentales, como son las de los signos, casas, aspectos, puntos medios, áreas de grados, etc., pueden ser dadas en una forma común de expresión. Addey demuestra que la astrología puede ser definida como "las armónicas de periodos cósmicos", y el término aplicado de "periodos cósmicos", lo utiliza para describir a cualquiera de los ciclos o círculos básicos que usamos en astrología. Por ejemplo, tenemos el ciclo del Zodíaco, el ciclo de las Casas, el de un par de planetas desde su conjunción hasta la próxima conjunción, etc. El término 'armónica' ha sido extraído de la música y de la teoría de las ondas. Una armónica es toda división exacta por un número de una onda o ciclo fundamental. De modo que cuando decimos: la armónica 5, es la división del círculo por el número 5; la armónica 6ª es la división del círculo por el número 6, etc. 

        Recordemos que cuando aplicamos los aspectos astrológicos, estamos aplicando las divisiones del círculo en números redondos. De este modo la división del círculo por 2 representa a la oposición (180º), por 3 al trígono (120º), por 4 a la cuadratura (90º), por 6 al sextil (60º), por 8 a la semicuadratura (45º), por 12 al semisextil (30º). Estos son los aspectos más comunes. Pero hemos ignorado otros números que son igualmente importantes cuando se aplican en el sentido correcto y para propósitos apropiados. 

        La división del círculo (se trate del Zodiaco, de las Casas, etc.), por cada número, tiene su propio simbolismo y significado, y este significado yace en el simbolismo del número determinado por el que se divide el círculo. Esto se aplica no sólo a los números menos usados en astrología corriente, como son los números 5 (72º, o sea el quintil), el 7 (muy poco usado, que es de 51º 25' o sea el septil) y el 9 (que es de 40º, llamado nonil), sino a todos los múltiplos de estos números y de cualquiera de los otros números; así que cada fracción del círculo -y hasta las fracciones del mismo minuto- tiene su propio significado. Además, como las divisiones mayores del círculo (como la mitad, el tercio, el cuarto y la quinta) son aún más subdivididas, éstas producen "familias" de intervalos en las armónicas. Cada familia es derivada y relacionada en significado con la división mayor de la que forma parte. 

        Utilizando la forma de onda, Addey encontró que era capaz de representar periodicidades de innumerables clases y de una gran complejidad, mucho más de lo que puede ser representado por el simple círculo. No trataré de explicar de qué manera "trabaja" la idea de la forma de onda y cómo es confeccionada por este astrólogo. Sería difícil explicarlo aquí y yo simplemente sugiero a quien no esté familiarizado con esta idea, que lea algunos de los artículos publicados en Astrología y el folleto sobre el Renacimiento de la Astrología.**
** Se refiere a una publicación de John M. Addey surgida, en 1971, a raíz de las conferencias en memoria de C.E.O.Carter, en el Fitzwilliam College, de Cambridge. Hay traducción española en la revista astrológica Mercurio-3, nº 9 (primera época), Barcelona, 1988. 
        Si dos ondas encajan exactamente en un determinado período, se dice que representan la armónica 2ª. Si son 6 ondas las que completan el período, representan a la armónica 6 . Si es una sola, es la armónica 1ª, a veces llamada la fundamental de ese período (como en el caso de nuestro Zodiaco). Esta forma de curva es llamada una onda sinusoide, o en términos matemáticos, la sinusoide. El círculo y la curva en forma de S -o sinusoide-, son realmente uno y lo mismo. Simplemente, ésta última es una modificación matemática o transformación del primero. 

        Veamos unos pocos ejemplos: 

Armónica 3ª del círculo


Armónica 4ª del círculo

        Veamos ahora algunas aplicaciones prácticas de las armónicas hasta donde podemos abarcar en esta apretada síntesis a través de esta charla

        A nivel realmente científico, Michel Gauquelin demostró la existencia de una relación astrológica de las natividades de los padres con las de sus hijos, en un experimento masivo que incluyó unos 28.000 datos de nacimiento; todos calculados con la hora respectiva. Estos datos fueron publicados. El resultado de este experimento demostró que si uno de los padres tenia cierto planeta ascendiendo o culminando, entonces había una tendencia estadísticamente significativa a que sus hijos tuvieran el mismo planeta en la misma parte de la carta natal. Si ambos padres tenian una posición planetaria particular, entonces la tendencia para el chico a tener la misma era de dos veces mayor. Esto es de conformidad con los principios genéticos, y la probabilidad del resultado de Gauquelin ocurriendo al azar, es menor que 1 en 500.000.

        Habiendo demostrado Gauquelin que una relación astrológica existe entre padres e hijos, Addey consideró que esta prueba era todavía inadecuada para explicar las uniones de genética humana en toda su complejidad. No nos detendremos a evaluar todas las consideraciones científicas que llevaron al astrólogo a creer que debía existir una especie de "código astrológico", tal como existe un código genético por el que se transmiten las características generales de generación en generación, aunque entrelazadas de un modo nuevo.

        Este código astrológico lo encontró a través de las armónicas; más precisamente en la armónica 5ª. Pero, ¿por qué en la 5ª, y no en la 6ª, 7ª o cualquier otra?. Addey dice que existe una innegable conexión entre el número 5 y el concepto de "dividir" o separar una unidad en partes a través de la actuación de las fuerzas genéticas. Esto es reflejado en el desarrollo en 5 y en 10 partes de la estructura de la molécula de DNA.

        La asignación simbólica de este hecho al número 5 se origina en que toda "idea" en su desarrollo completo, "desciende", por decir así, desde su potencialidad a la actualidad en un proceso a través de 9 etapas; la etapa 5ª, que justamente es el punto medio o el que está en el centro de los 9 números, es el punto donde la idea es un todo que se diferencia en partes.

        Filosóficamente hablando, esta diferenciación es la que hace posible la manifestación. Recordemos que estas ideas fueron las de Pitágoras y Platón a quienes Addey -como buen pitagórico-, siguió muy de cerca. La razón de por qué Pitágoras y otros filósofos de la antigüedad atribuyeron tanta importancia a los primeros nueve números, proviene de las enseñanzas de que cada cosa se desarrolla desde su idea mas profunda, que es pura potencialidad, hasta su expresión más externa, que es la manifestación de su perfeccionamiento, a través de 9 etapas. Los demás números son la repetición de estos primeros números. En nuestro sistema de numeración usamos sólo 9 números más un símbolo cero para indicar el regreso a la unidad y el comienzo de un nuevo ciclo. 

        La conexión de la armónica 5ª con la transmisión genética es muy interesante. Addey da el ejemplo de su propia familia, ya que conocía también la hora de nacimiento de su propio padre y por supuesto la propia y la de sus tres hijos. El padre nació con el Sol en punto medio entre Saturno y Urano aproximadamente a 72º entre sí (o sea, una 5ª parte del círculo). El propio Addey lo heredó con ligeras modificaciones y a su debido tiempo, él mismo lo transmitió a sus tres hijos. Veamos el Diagrama 3. 

Diagrama 3 
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11 Ar/Lib23 Gem/Sag5 Vir/Pis17 Esc/Tau29 Cap/Can
1) abueloSol 29º45' Can
2) abueloSol 24º45' Sag
3) padreSol 10 LibSat.23 SagUra 26º15' Can
4) el autorMC 12 AriSol 23º45' GemSat 6 Vir
Ura 5º45' Pis
5) hija 1Ura 25 Gem
6) hijo 2Sat 12º30' LibMC 23º15' GemSol 2 Vir
7) hija 3Sol 11 Ari



        La generación 1 es la del padre de Addey; él es la generación 2 y sus hijos la generación 3. Recordemos que las uniones entre los planetas están relacionadas con la armónica 5ª, cuyos ángulos no sólo son de 72º y 144º, o sea, el quintil (360º/5) y el biquintil, dos veces 72º ó la 2/5 partes del círculo, sino los distintos valores que surgen como fracciones del quintil. Por ejemplo, 36º y 108º, porque ambos están basados en la cuarta parte del quintil y sus múltiplos, o sea, 54º y 90º, porque 18 x 3 = 54 y 18 x 5 = 90. Además, existe un aspecto de 24º porque es un tercio de 72 y hay otro de 45º porque la mitad de 36 que es 18 sumado a la mitad de 54 que es 27 (18 + 27) forman 45º. Todavía hay otro aspecto relacionado con el quintil y es el de 99º (formado por la suma de la mitad de 90º y la de 108º, o sea, 45 + 54 = 99).

        Como ustedes ven se puede apreciar la semejanza entre las generaciones 1 y 2; ella resulta ser bastante obvia porque como dijimos, el padre tenia al Sol en el punto medio entre Saturno y Urano con 72º hacia ambos, mientras que el propio Addey nació con el Sol también entre Saturno y Urano; pero en este caso con 108º hacia Urano (o sea 72 + 36, un quintil más medio quintil) y 72º hacia Saturno. La continuación en la generación 3, o sea con sus tres hijos se dan aspectos derivados del quintil (18,24,45,etc.).

        Si existe alguna duda al respecto, de que se trata de un modelo verdadero que se repite en las 3 generaciones, la duda desaparece al examinar los grados zodiacales que se hallan involucrados, porque todas estas posiciones muestran que están unidas a puntos del mismo pentágono zodiacal, tal como figura en la figura de más arriba. Para hacer el cuadro de la página anterior se tomó en cuenta sólo al Sol, Saturno, Urano y al MC, a este último como punto importante de referencia.

        Hacer este cuadro con los grados ocupados, resultó todavía más interesante porque permitió constatarlo con una generación más atrás; es decir, la de sus abuelos, pues como pueden ver las posiciones del Sol también están involucradas en el sistema pentagonal. Observen que de las cinco zonas, o de los 10 puntos ocupados (11º Aries-Libra; 23º Géminis-Sagitario; 5º Virgo-Piscis; 17º Tauro-Escorpio y 29º Cáncer-Capricornio)los Soles ocupan todas menos una, la de los 17º Tauro-Escorpio. La aparente excepción la produjo su hija mayor (1), y digo aparente porque el Sol de ella está en los 5º de Géminis, o sea a 18º de la zona 2ª, que está en 23º de Géminis. En otras palabras, el Sol está desfasado en un cuarto de la armónica 5ª pero sigue existiendo una relación hereditaria. También puede suceder que al no tener contacto uno de ellos, a través de sus hijos vuelva a la conexión hereditaria primordial : la falta de un contacto hace que se case con alguien que lo tenga para cubrir esa deficiencia.

        Con esta demostración, no podemos dudar de que existe un orden, y un orden se caracteriza por la existencia de una ley; un orden que se mantenga a traves del azar no es posible concebirlo. En resumen, la base de la continuidad en estos temas es la armónica y sus subarmónicas. Veamos otras tan interesantes como éstas.

        Como ustedes pueden ver, la teoria de las armónicas es simple; si deseamos comprender de qué manera está estructurada una carta natal en función de un número determinado, entonces tenemos que hacer que toda la carta simplemente "vibre", por decir así, de acuerdo con este número. Para esto se divide la carta radical por el número que deseamos examinar e introducir. Por ejemplo, si queremos saber la acción del número 2, introducimos una onda regular de dos partes en la carta, partiendo del 0º de Aries.

        El primer ciclo irá de 0º de Aries a 0º de Libra; el segundo ciclo de 0º de Libra a 0º de Aries nuevamente. Si a cada una de estas ondas o ciclos lo consideramos como un zodíaco completo, veremos que tenemos dos puntos con 0º de Aries. Uno esta en el 0º de Aries original y el otro marca el comienzo del segundo ciclo en 0º de Libra en el rádix. Es decir, que todo el Zodíaco se repite a sí mismo dos veces. Pero en la armónica 3ª se repite 3 veces y en la armónica 4ª se repite 4 veces y así sucesivamente.




        En cuanto al significado de todos los números, el 2 es el único que probablemente crea menos dificultad. El número 2 da la idea de polaridad, de dualidad, la idea de oposición y tensión. Cuando pasamos al numero 3 y al 4, o sea, los aspectos de trígono y de cuadratura también tenemos algo en que basarnos. El 3 tiene que ver con un estado de armonía y de facilidad para realizar las cosas, mientras que el 4 crea tensión y dinamismo.

        Pero cuando consideramos los números 5, 6, 7, 8, 9 y 10, conocemos muy poco acerca de sus efectos y decimos que se trata de aspectos menores y que no tienen mucho efecto; así, dejamos la cosa sin darles mucha importancia. Si preguntamos por los números que siguen, como por ejemplo el 11, el 13, el 17, etc., es peor aún, diremos más bien que no tienen importancia en absoluto.

        Pero ahora, con el descubrimiento de las armónicas, llega a ser evidente que cada número tiene su significado y un lugar en el esquema de las cosas; que tomados como un todo, pueden ser la clave de la verdadera comprensión respecto a la propia estructura de la astrología. Recuerdo que alguien dijo cierta vez: la astrología es número. Por supuesto, y le agregaría, es número y ciclos de números. Es lógico que los primeros números como el 2, 3, 4, etc. tengan mucha más importancia que digamos el 83 o el 101, pero cada uno tiene su propio lugar en el esquema de las cosas. Cuanto mas pequeño, más importante es el número de la armónica en términos generales; cuanto más elevado es el número de la armónica, más especializada es el área que probablemente éste describa.

        Antes de proseguir, es necesario decir que con las armónicas se pueden realizar cartas astrológicas tal como hacemos con la natal. La idea de hacer cartas de las armónicas a partir de la carta natal, es realmente una idea muy antigua en la astrología. Es la base de aquellas cartas tales como la Navamsa y otras parecidas que son tan importantes en la Astrología Hindú. El punto que hay que tener en cuenta siempre, es que el simbolismo de cada armónica depende del simbolismo del número por el cual ha sido dividido el círculo de la carta original. Así que el significado de la carta de la armónica 4ª, por ejemplo, depende del simbolismo o del significado del número 4; el significado de la carta de la armónica 9ª (que es la carta de los hindues llamada Navamsa) depende del simbolismo o significado del número 9, y así sucesivamente.

        De un modo general, si tomamos la carta de la armónica 6ª creo que es la mejor guía para explicar los problemas de salud. Nosotros estamos muy familiarizados con la relación entre el numero 6 y la salud a través de la casa VI y del signo sexto, Virgo. Sin embargo, cada número posee, en función de la totalidad de la naturaleza física, un determinado simbolismo en particular.

        Por ejemplo, podemos tomar la armónica 5ª para realizar una carta de armónicas aplicada a la salud también. Las divisiones quíntuples en astrología (tal como el aspecto del quintil) siempre han estado conectadas con la mente, con las facultades mentales, tales como la intuición, la razón, la valoración, el instinto y los sentidos, o sea, un esquema que en total también consta de 5 partes. Ellas son las facultades por las que conocemos y los medios por los cuales recibimos y comunicamos información y conocimientos. En relación con las enfermedades, la carta armónica 5ª tiene una relevancia en cualquier persona que tiene que ver con el deterioro de estas facultades, incluyendo todo tipo de desórdenes nerviosos, cerebrales, defectos en los sentidos o en los órganos del habla y de la comunicación.

        Como ejemplo de lo manifestado tomaremos una carta natal famosa: la de Hellen Keller quien fue célebre por su extraordinaria capacidad mental, no obstante haber perdido la vista y haberse quedado sorda y muda como resultado de una fiebre escarlatina a la edad de 1 año y 7 meses de vida. Había nacido el 27 de junio de 1880 alrededor de las 16 hs. en la localidad de Tuscumbia, estado de Alabama, Estados Unidos.

        Observando la carta natal bien podríamos preguntarnos por qué sufrió semejantes calamidades en la infancia, sin vista y con el oído destruido, dejándola totalmente aislada de la comunicación con todos y con cada cosa. Probablemente, la única y más importante indicación de la privación de la percepción, sea la estrecha cuadratura de Mercurio con Saturno, siendo este último el corregente de la Casa III, la del mental concreto. Plutón, cerca de la Casa VII, es posible que esté mostrando las grandes dificultades que ella tuvo que afrontar para poder manejarse con el exterior. Otro planeta importante es Urano cerca del MC, pero sus aspectos son buenos, con sextil al Sol y a Venus. Realmente, no es un tema como para suponer la extremada gravedad de las condiciones que ella padeció. 

        A fin de conocer el verdadero daño físico de los sentidos, generalmente se necesita ir más allá de la carta de la armónica 5ª; por ejemplo, la armonica 25ª (o sea, el cuadrado de 5) o la 125ª (o sea, el cubo de 5) ya que la 5ª indicará sólo si existe algún peligro verdadero para las facultades de los sentidos o su pre disposición. 

        El método de preparar una carta armónica es sencillo. En primer lugar se convierte la longitud zodiacal de cada posición radical en grados de longitud absoluta, o sea, desde 0º de Aries. En segundo lugar se multiplica esta longitud por 5 (dado que es la armónica 5ª), luego se restan los múltiplos de 360º tantas veces como sea necesario para tener una cifra en grados menor de 360º. Finalmente, el resultado, convertido nuevamente a longitud zodiacal, es la armónica 5ª. Así se calculan todos los planetas. El cálculo del ASC se hace de la misma manera, pero el resto de las cúspides no, éstas tienen el mismo grado del ASC en cada signo sucesivo a partir de este último. Es decir, se emplea el método de casas iguales. En cambio el MC se calcula aparte y se introduce en la carta como si fuera un planeta. Cuando todas las posiciones de la carta radical han sido transpuestas a sus posiciones de la armónica 5 , incluyendo al ASC y MC, se levanta la nueva carta. Ni el ASC ni el MC -que pueden caer en cualquier parte de la carta- representan ahora un verdadero ASC o MC de tipo espacio-temporal. Ellos son puntos meramente simbólicos que corresponden en significado a los puntos originales. La carta de la armónica 5ª de Hellen Keller es la que se muestra a continuación. 

Observando esta carta encontramos varios rasgos notables. El nuevo ASC cae sobre el Sol radical *** sugiriendo que estamos tratando con alguien de considerable fuerza mental.
*** Esto probablemente es falso, aunque tiene escasa relevancia para la argumentación. Obsérvese que el propio Dumon ha dicho más arriba que Hellen Keller nació "alrededor de las 16 hs". Por tanto, se trata sólo de una hora aproximada. Supongamos que la hora real discrepa de ésta en unos 15 ó 20 minutos. Puede haber un error de 5 grados en el ascendente. Al multiplicar esto por 5, el error se acumula hasta los 25 grados (y hasta más de 600 grados de error en la armónica 125). Dumon tampoco fue excesivamente cuidadoso en determinar las coordenadas geográficas de Tuscumbia, lo cual también altera las cúspides de las casas. 
En segundo lugar, existen tres poderosas oposiciones : Sol en oposición a la Luna, que muestra la posibilidad de una gran tensión interna o una division profunda entre las facultades mentales en su acción interna y externa. Esta oposición cae sobre Mercurio radical. La segunda oposición es entre Urano y Mercurio, y ésta cae cerca de la cuadratura con el MC radical. La tercera oposición es de Marte con Saturno, la que realmente indica ya que esta desagradable oposición cae con Saturno sobre el Marte radical. Aquí tenemos algunas indicaciones verdaderas de que Mercurio en cuadratura con Saturno en la carta natal sea propenso a ser mucho más serio de lo que puede suponerse y que la nativa puede sufrir un grave daño en las facultades de percepción y comunicación. El origen del problema en este caso es Marte radical, que tiene que ver con la fiebre escarlatina. 


Algunos ejemplos de cálculo 

Sol 6º 31' Cáncer = 96º 31' 
                96º 31' x 5 = 482º 35' 
                482º 35' - 360º = 122º 35' 
        Armónica 5ª Sol = 2º 35' Leo 

ASC 25º 30' Escorpio = 235º 30' 
                235º 30' x5 = 1177º 30' 
                1177º 30' - 1080º = 97º 30' 
        Armónica 5ª ASC = 7º 30' Cáncer 

MC 7 Virgo = 157 
                157 x 5 = 785 
                785 - 720 = 65 
        Armónica 5 MC = 5º Géminis 

        La carta de la armónica 5ª divide al Zodíaco en 5 partes iguales de 72º cada una, las que unidas en una carta revelan las relaciones de la 5ª parte del círculo. Las oposiciones (o sea, la mitad del arco de 72º) del Sol con la Luna; de Mercurio con Urano y de Marte con Saturno, significan que estos pares de planetas tienen una relación en la carta radical de semiquintil, o sea, de 36º. Si observamos la distancia entre el Sol y la Luna natal hay 108º (o sea, 36º x 3), entre Mercurio y Urano hay 36º exactos y entre Marte y Saturno, otra vez 108, todos dentro de menos de 1º de orbe. 

        Exactamente en el mismo sentido, la carta armónica 25ª, o sea la 5ª al cuadrado, muestra las relaciones de la división del radix en 25 partes de 14º 24' cada una y la carta armonica 125, o sea, la 5ª al cubo, mostrará las relaciones con la división del radix en 125 partes de 2º 52' cada una. Por supuesto, que no queremos entrar en detalle en cada una de estas cartas porque nos llevaría mucho tiempo y por eso resumiremos. El cálculo de estas cartas, lógicamente se hace más complicado a medida que la armonica crece, pero con la aplicación de las calculadoras electrónicas de bolsillo, o mejor aún, con una computadora programable, en pocos minutos podemos obtener unas cuantas armónicas de una carta natal. 

        Con el objeto de mostrar lo tremendamente significativas que pueden ser estas cartas, mostraré una prueba con 9 cartas natales de personas ciegas a quienes se les calculó la armonica 125 para el planeta Mercurio, el que como ustedes saben es un planeta conectado en general con el sistema nervioso, con los sentidos y especialmente la vista. También se calculó esta misma armónica para los planetas maléficos: Marte, Saturno, Urano y Neptuno. Los resultados están a la vista, como pueden observar en el cuadro: 

NUEVE PERSONAS CIEGAS - ARMÓNICA 125ª
Caso 1MercurioCuadraturaSaturnoorbe 1'
Caso 2Mercurio
Mercurio
Cuadratura
Cuadratura
Marte
Neptuno
orbe 1'
orbe 3'
Caso 3MercurioCuadraturaSaturnoorbe 1'
Caso 4Mercurio
Mercurio
Oposición
Sexquicuadratura
Neptuno
Saturno
orbe 2'
orbe 1'
Caso 5Mercurio
Mercurio
Cuadratura
Oposición
Marte
Saturno
orbe 1'
orbe 1'
Caso 6Mercurio
Mercurio
Cuadratura
Oposición
Marte
Saturno
exacto
orbe 2
Caso 7Mercurio
Marte
Oposición
Cuadratura
Urano
Saturno
orbe 2'
orbe 1'
Caso 8Mercurio
Mercurio
Cuadratura
Semicuadratura
Neptuno
Marte
orbe 1'
orbe 1'
Caso 9Mercurio
Mercurio
Semicuadratura
Oposición
Marte
Saturno
exacto
orbe 2'



        Esta lista tal vez sea la más impresionante que yo haya visto en un estudio astrológico. No solamente merece fe por la seriedad del astrólogo que la publicó, sino que los datos de nacimiento fueron extraídos de una revista de astrología que fuera publicada muchos años antes de que se supiera la existencia de estas técnicas.

        Si aplicamos la armónica 125 al tema de Hellen Keller tenemos a Saturno en 2º 55' de Libra en conjunción al Sol en 4º 35' de Libra y en cuadratura con Mercurio en 1º 15' de Capricornio. ¿Qué significa esto, en términos de la carta radical? La división del círculo de 360º por 125 da un incremento de 2º 52,8'. Esto puede ser considerado como un micro-aspecto que tiene especial referencia, entre otras cosas, con los sentidos físicos, especialmente en relación con Mercurio.



        En la carta de Hellen Keller, el ángulo entre el Sol y Saturno radical es de 69º 08' y esto resulta ser menos de 1' de diferencia con el múltiplo exacto de 2º 52,8' (porque 24 x 2º 52,8' = 69º 07,2'). Así que existe un contacto exacto. Esto, pasa también con Mercurio que está en 0º 15' de Leo en el natal y se encuentra a 2º 52' de distancia de la cuadratura con Saturno en 27º 23' de Aries y de este modo en la armónica 125 están de nuevo en cuadratura, pero ahora con un orbe menor de 1'. Estos son los orbes radicales que fueron listados en la gente ciega del anterior cuadro.

        Los resultados muestran que el principio de la división en armónicas del círculo, puede conducir a una exactitud mucho más allá de la reconocida comunmente en astrología. Por supuesto, esto significa que si uno hace la transposición a la armónica 125, debe ser cuidadoso en calcular las posiciones radicales con la mayor exactitud posible. Todo error en el radix se multiplica 125 veces. El error de 1' llega a ser un error de 125' (o sea de 2º 05') en la armónica 125. En cambio, en armonicas muy bajas, los aspectos cerrados del radical se vuelven a repetir aunque en signos y casas diferentes. Una conjuncion de 10' sigue apareciendo en las armónicas 2, 3, 4, 5 y hasta en la 15 con 2º 30' de orbe.

        Hasta aquí hemos tratado de demostrar las grandes posibilidades que existen de una conexión entre el código astrológico y el código genetico. También se ha querido demostrar cómo el simbolismo del numero 5 está relacionado con la mente y con las facultades genéticas en el hombre, sobre todo en el aspecto inferior, como son los sentidos, y que evidentemente están relacionados, por ser inferiores, con las subarmónicas del numero 5. De este modo, las enfermedades y los daños que afecten a los órganos de la percepción o los sentidos pueden hallarse mediante el estudio de las divisiones por 5 en la natividad.

Una conversación con Robert Hand


El astrólogo moderno con una herencia medieval

por Tore Lomsdalen



Robert Hand es un astrólogo profesional con más de 40 años de experiencia en este campo. Goza de reconocimiento por sus pioneros trabajos que incorporan nuevas técnicas astrológicas, incluyendo la investigación sobre cartas compuestas y el campo de los armónicos. Es autor de numerosos libros y traductor de textos antiguos y medievales. Hand es presidente del Consejo Nacional de Investigación Geocósmica (NCGR). Ha impartido conferencias, seminarios y talleres por todo el mundo. Ha ejercido de astrólogo en Nueva York, Boston y Cape Cod, y ahora vive en Reston, Virginia, donde trabaja en una tesis doctoral en la Universidad Católica de América. Esta primavera ha recibido un premio en reconocimiento a la labor de toda su vida. Su página web es http://www.arhatmedia.com/. Después de una dura semana de conferencias en la escuela de verano-2007 de la Facultad de Estudios Astrológicos en Oxford, Inglaterra, de la que Robert Hand es en realidad patrocinador, nos sentamos juntos en medio de un ambiente magnífico en el Brasenose College, donde se estudiaba astrología hace 700 años. Este era un marco perfecto para hablar con Hand, quien es bien conocido por tratar de reconectar la astrología moderna con sus raíces medievales.

Tore Lomsdalen: Robert, cómo se interesó usted por la astrología?

Robert Hand: Fue a través de mi padre. Él empezó a usar la astrología como un instrumento suplementario para el análisis del mercado de valores. Eso me interesó. Yo tenía entonces 17 años. Ahora voy a cumplir 65. Son casi 50 años de astrología – mucho tiempo...

TL: ¿Comenzó a estudiar astrología formalmente a los 17 años?

RH: No, aunque teníamos algunas efemérides y tablas de casas. Ni mi padre ni yo tuvimos un profesor regular, la astrología que practicábamos era muy, muy diferente de la que otras personas utilizaban por entonces. Con los años, nos fuimos familiarizando más con las técnicas comunes. Sin embargo. también llegué a ser extremadamente crítico con muchas de esas técnicas. Cuando estaba empezando con la astrología, yo era un seguidor de la Escuela de Cosmobiología de Ebertin.
     Al principio, usaba el moderno sistema de regencias de signos que incluye a Urano, Neptuno y Plutón. No pude lograr que esto funcionara adecuadamente. Encontré que este sistema de regencias era la causa más habitual de mis errores de predicción. En realidad, no conseguí unos buenos resultados con los regentes de signos hasta que empecé a usar el sistema medieval de regencias, de lo cual no hace mucho tiempo – en los años 90. Antes de eso, obtuve muy buenos resultados utilizando un modelo Cosmobiológico modificado.

TL: Pero usted es un astrólogo tradicional, en el sentido de que usa técnicas ortodoxas.

RH: Las uso ahora, pero todavía trabajo algo con los puntos medios, aunque no en el riguroso estilo Cosmobiológico. En lo que concierne a las regencias, creo firmemente en el sistema medieval. Las principales diferencias son: Primero, los planetas transpersonales Urano, Neptuno y Plutón no rigen ningún signo. Esta es la mayor diferencia con el sistema moderno. Segundo, en el sistema medieval hay hasta cinco regentes en un signo – domicilio, exaltación, triplicidad, término y faz. Si a un planeta le corresponden dos o más de estas dignidades, se le dará frecuentemente prioridad sobre el regente del signo.

     Le doy un ejemplo, en una carta diurna Venus es el regente del signo de Libra – el regente por domicilio, como le llamamos – y Saturno es el regente por exaltación. Todos los signos de aire en una carta diurna están también regidos por Saturno como el primer y principal regente de la triplicidad. Por lo tanto, de acuerdo al parecer de los griegos, Saturno tiene dos puntos de regencia frente a un punto de Venus. Según la estimación medieval, Saturno tiene siete puntos de regencia mientras que Venus solamente tiene cinco. El sistema medieval está establecido conforme al tipo de regencia. Por esta razón, Saturno rige Libra en una carta diurna.

TL: ¿Cuál es la ventaja de este sistema?

RH: En la astrología natal es una gran ventaja. Le daré otro ejemplo. Esta mañana hicimos una carta de un joven que tenía Libra en el Ascendente. Había nacido de noche, y el regente nocturno de los signos de aire es Mercurio. Por tanto, Saturno no es el regente del Ascendente. Venus en Escorpio está peregrino, lo que significa que no tiene dignidad alguna y está en detrimento. Esto da a Venus una puntuación de menos 10 según las dignidades medievales, que es lo más bajo que Venus puede caer. Saturno, por otra parte, que es regente de Libra por exaltación, está en Acuario. Venus no aspecta a Libra, porque está en Escorpio, pero Saturno en Acuario sí lo hace. Por lo tanto, se utiliza Saturno como regente del Ascendente de este joven incluso aunque, en teoría, Venus tiene más regencia. Prácticamente hablando, el individuo tienen una alternativa. ¡esa es la importante clave de todo esto! Venus es fuertemente el regente del Ascendente. El nativo puede tratar de expresar Venus como su regente de la casa primera;  sin embargo, probablemente fracasará. Si se vale de Saturno como regente de la casa primera, seguramente tendrá éxito. Su madre me dijo más tarde que él era realmente un tipo saturnino. Espontáneamente vivía de ese modo. Si tienes dos señores igualmente poderosos, puedes usar uno cualquiera de ellos – o incluso ambos.

TL: ¿Es este el sistema medieval que usted enseña?

RH: Sí, en efecto. En realidad, sólo enseño en el Kepler College en los Estados Unidos, que es una escuela de artes liberales de la astrología. Pero en este momento no enseño personalmente. Estoy demasiado ocupado con mi tesis doctoral en Historia Medieval. Mi especialidad es, por supuesto, la historia de la astrología.

TL: ¿Qué significa para usted la astrología?

RH: La astrología es un sistema de ideas que intenta percibir, analizar y emplear las correlaciones entre los asuntos humanos y celestiales. Hay dos cosas que son igualmente importantes para mí en astrología. En primer lugar, la experiencia  observada día a día de que el Universo no está muerto, y la vida sobre la Tierra no carece de sentido. En segundo lugar y estrechamente relacionado con lo anterior, la experiencia diaria de que yo y el Universo somos uno.
     De modo que, para mí, lo más importante son las implicaciones metafísicas y espirituales de la astrología, y también sus implicaciones científicas. La astrología no es un sistema de creencias, simplemente porque está basada en la experiencia. Estoy dispuesto a creer –o más bien a alcanzar un acuerdo– que otras personas podrían tener otras experiencias. Sin embargo, mi visión de la realidad está fuertemente informada, y formada, por mi experiencia.
     Cuando la gente me pregunta “¿Crees en la astrología?” Mi respuesta es, “No, no creo en la astrología. ¡La vivo!” La astrología me enseña que las leyes de la física podrían ser verdaderas, pero sus principios no son los más importantes de todos.  El principio más importante es que el Universo se comporta como si fuera un Ser Viviente. ¡Nos habla! Como en toda comunicación entre seres conscientes, el lenguaje es negociado por ambos interlocutores.

TL: ¿El Universo nos habla a través de los planetas?

RH: Nos habla de muchas maneras, pero los planetas son uno de sus medios. El Universo utiliza numerosos lenguajes para hablarnos. Cuando digo esto, no me refiero al universo físico. De lo que hablo en realidad es del Alma del Mundo.

TL: ¿Cómo define usted “Alma del Mundo”?

RH: Es un término neoplatónico. Los neoplatónicos creían que en el centro de todo estaba algo a lo que se referían simplemente como el Uno. Como Plotino decía, incluso eso es decir demasiado. Está más allá de muestra comprensión. El Uno, por su parte, generó a partir de sí mismo lo que probablemente puede ser mejor descrito como Conciencia Universal. Eso es lo que se llama en griego Nous. Consiste en la unión del conocedor y lo conocido. En la idea neoplatónica de Nous, no hay ningún marco de tiempo a este nivel. ¡Hay solamente eternidad! Todo lo que es, pudo ser, o alguna vez será está ya presente, simultáneamente. Simultáneamente no significa realmente nada, en los propios términos del Nous, porque el Nous trasciende el tiempo.
     El Nous genera una imagen de sí mismo. Hay tiempo y movimiento. Esto es el Alma del Mundo, que es el principio del ser. Es lo viviente, y el universo físico es su cuerpo.

TL: Usted es conocido por introducir el sistema de casas de Signos Enteros en la astrología occidental.

RH: Yo soy probablemente el mayor defensor del sistema de casas de Signos Enteros. Puede que sea el más conocido de los astrólogos que lo usan, pero no soy el primero en incorporarlo a la astrología occidental. Todos los que hemos estudiado astrología helenística hemos tratado esta cuestión, y la mayoría de nosotros nos hemos cambiado al sistema de Signos Enteros. Hicimos esto no porque los griegos lo hicieran (los antiguos son perfectamente capaces de equivocarse y se han equivocado en muchas áreas de la astrología). Honestamente, cuando lo probé, a pesar del hecho de que yo estaba poco dispuesto a aceptarlo, me vi obligado a creer en él. Los resultados fueron mucho mejores que con los sistemas de casas más recientes. Podría darle muchos ejemplos en los que el moderno o cuadrante tipo de casas fracasa en darme la interpretación correcta, mientras que el sistema de casas de Signos Enteros me dio la clara y directa respuesta que estaba buscando.

TL: El sistema de casas de Signos Enteros no parece ser muy popular hoy en día.

RH: Eso es porque no hay mucha gente en este movimiento, pero se está extendiendo rápidamente. Voy a revisar el pequeño libro que escribí sobre esto. Eso podría estimular a más gente a interesarse y empezar a usar este excelente sistema de casas. Varios seminarios y conferencias sobre este tema están en marcha. ¡Espere y verá!

TL: ¿Por qué le gustaría ser recordado en su labor astrológica?

RH: Creo que cuando llegue el momento de escribir mi obituario, el sistema de casas de Signos Enteros será una nota a pie de página. Quiero ser recordado como una persona que jugó un papel clave en la reconexión del futuro de la astrología con su pasado. Los siglos XVIII y XIX supusieron un cambio radical en la tradición. Se produjo una ruptura a través de la destrucción, no a través de la evolución. Me gustaría que la astrología del futuro fuera lo que habría sido si el deterioro de los siglos XVIII y XIX no se hubiera producido. No sería pura astrología tradicional, pero sería una especie de astrología renovada basada sobre principios y técnicas tradicionales – un avance en nuevas direcciones, que tomara y combinara lo mejor de ambos sistemas.

TL: ¿Se refiere a una astrología postmoderna?

RH: Algo así. Sin embargo, el término “postmoderno” ha de usarse con precaución. En el sentido literal de la palabra, sí, es astrología postmoderna. Si llamamos moderna a la astrología del siglo XX, sí, va después de ese período. Pero si usamos la palabra del modo en que lo hacen los modernos filósofos franceses, como Jacques Derrida y otros, entonces no es postmoderna. Su definición de “postmoderno” no es aplicable a la astrología.

TL: ¿Es la astrología postmoderna una especie de “Regreso al futuro”?

RH: No sé si se puede decir así, pero es una “curación de la herida”. Si se lee a Raphael, cuyo nombre no era realmente Raphael (era, con el debido respeto, un embrollador, pero un embrollador muy influyente a través de su almanaque, que impulsó el renacimiento de la astrología en la Inglaterra del siglo XIX)... se puede ver que su astrología sólo era una porción muy tosca de la astrología tradicional.

     Buena parte de esa porción procedía de una persona, John Partridge, que estudió sistemáticamente la astrología tradicional. Por desgracia, Partridge la entendió mal en su mayor parte y echó a perder cada idea que no podía comprender. Era el menos talentoso de todos los astrólogos de los siglos XVII y XVIII, pero fue probablemente el más influyente. También fue quien popularizó el sistema de casas de Placidus. El peor astrólogo tradicional de Gran Bretaña fue quien introdujo el sistema de casas de Placidus – todos sus predecesores usaban Regiomontanus. Partridge murió a comienzos del siglo XVII. Entonces, la tradición de la astrología estaba casi quebrada, y esa ruptura fue muy mala para la astrología occidental.

     Partridge hizo mucho daño. Raphael continuó el deterioro. Alan Leo, que era un hombre muy agradable y tenía la mejor de las intenciones, tergiversó las cosas todavía más. De modo que la moderna astrología, entendiendo por tal la astrología del siglo XX, es el resultado de Partridge, Raphael y Leo.

Lo que sucedió a partir de ese momento fue que los astrólogos del siglo XX, frente a una tradición extremadamente empobrecida, empezaron a añadir nuevo material a la misma. Algunos de estos materiales serán de un valor duradero. No sé si el dial de 90 º de la Escuela de Hamburgo y la Cosmobiología, por ejemplo, seguirán siendo componentes habituales de la caja de herramientas astrológicas, pero suponen un muy valioso conjunto de técnicas. La investigación de la astrología sideral fue útil, ya que provocó un nuevo examen de la historia de la astrología que nos ha llevado a donde estamos ahora. ¡El mayor logro revolucionario de la astrología moderna es que se convirtió en una gran herramienta para el auto-desarrollo!

TL: ¿Con la ayuda de Carl Jung?

RH: La psicología es una forma de abordarla, sí. Pero se trata de algo más que psicología, también tiene una dimensión esotérica. Dane Rudhyar es el mejor ejemplo, y en Alemania otro ejemplo es Thomas Ring. Su labor fue continuada por sus discípulos. Creo que este énfasis en el auto-desarrollo es el logro más sólido de la astrología del siglo XX.

TL: ¿Simbolismo y arquetipos son la misma cosa?

RH: El simbolismo es muy importante en astrología. Se remonta hasta los egipcios. La palabra arquetipo tiene dos significados muy diferentes. Originalmente era prácticamente lo mismo que la idea platónica de “forma” y es superconsciencia en la naturaleza. Bajo la influencia de Carl Jung, el arquetipo llega a ser visto como subconsciencia en la naturaleza y, por tanto, muy diferente de la idea platónica. Aunque tengo un enorme respeto por Jung, debo decir que situó los arquetipos en el lugar equivocado. Los colocó en un reino inferior a la mente consciente. Platón los ubicó por encima de ella.

     Para volver a la diferencia entre un arquetipo y un símbolo, creo que este último es básicamente un principio no-físico por el cual se organiza la realidad. En otras palabras, los símbolos son una forma de representar la realidad que no se limita a poner etiquetas a aspectos de la realidad sino que nos conduce a ella. En griego, símbolo significa “lanzar juntos”, no en el sentido negativo, sino en el de hacer que las cosas vengan unidas.

TL: ¿Es la carta natal una descripción simbólica del ser humano?

RH: Del alma humana, sí. Según Aristóteles, el alma es la forma del cuerpo plenamente realizado. Es el principio formal que hace que cada ser humano sea lo que es. Más precisamente, no tenemos almas, ¡somos almas! Creo que la carta es una representación simbólica de la estructura arquetípica del alma. Sin embargo, no describe completamente cómo esto se va a manifestar en la práctica, en la realidad concreta de nuestra vida. La carta expresa, en cambio, lo que sería si se alcanzara la perfecta manifestación.

TL: Usted dijo una vez, “Los planetas son objetos naturales que reflejan el momento del alma dentro de nosotros.” ¿Por eso la astrología funciona?

RH: Sí, de nuevo usando el modelo neoplatónico, que no es necesariamente el único que se puede usar. Los neoplatónicos, al igual que la mayoría de los platónicos, creían que todos los niveles de realidad se reflejan entre sí y evolucionan paralelamente. Hay cuatro niveles: el Uno, el Nous, el Alma y el Cosmos.

     Hay también dentro del Cosmos esos cuatro niveles, porque hay cuatro niveles dentro de cada uno de los niveles: Uno, Nous, Alma y Cosmos. En el nivel de manifestación en este mundo, tenemos la rotación aparente del Universo cada 24 horas. Sabemos que esto es un artificio, porque es la rotación de la Tierra lo que realmente estamos viendo. Pero eso no importa, ya que estamos hablando simbólicamente. Esta rotación del Universo representa el Uno dentro del Cosmos; las estrellas fijas representan el Nous dentro del Cosmos; los planetas representan el Alma dentro del Cosmos; y la esfera sublunar es el Cosmos dentro del Cosmos. Toda la doctrina del macrocosmos y el microcosmos es neoplatónica, aunque tiene profundas raíces en la filosofía hermética.
Cada uno de nosotros es un microcosmos y contiene la Unidad, el Nous, el Alma y el Cosmos. El Cosmos es el cuerpo; el Alma, como la palabra indica, es el alma humana; el Nous es la conciencia del alma; y el Uno es nuestro conocimiento individual así como nuestra individualidad.

     La Unidad es semejante a esto: si se divide un individuo, el individuo deja de existir. Individual significa “indivisible”. El término implica que no se puede dividir. Literalmente, significa lo mismo que “átomo” (atomos en griego) – lo que no se puede cortar.

     La cuestión es que cada uno de nosotros tiene su propia alma, y el Cosmos tiene un Alma, y el Alma del Cosmos se manifiesta en el movimiento de los planetas. Ellos son aspectos del Alma, y sus movimientos son una manifestación del Alma. Los planetas fuera, en el Cosmos, y los planetas dentro de uno mismo corren en paralelo. ¡Por esto es que la astrología funciona!

     Los cambios del alma individual y los cambios en el Alma del Cosmos se reflejan mutuamente. Esto no es un mecanismo causal en el sentido ordinario de la palabra. De hecho, la astrología se parece más a un lenguaje que a un mecanismo.

TL: ¿Cree que la astrología ha progresado o ha degenerado desde sus orígenes?

RH: Ha tenido sus altibajos. Con el período helenístico, es difícil de decir, porque el material es fragmentario. La evidencia es que la astrología helenística estaba muy altamente desarrollada – algo más simple que astrologías posteriores en algunos aspectos y más compleja en otros. La astrología árabe medieval y la astrología latina que se derivó de ella alcanzó un elevado desarrollo. La astrología hindú es también muy elaborada. Pero yo diría que desde 1700 hasta hace poco tiempo, la astrología occidental ha degenerado. Ha perdido el rastro de sus propias raíces. Podría, tal vez, recobrarlo...

TL: ¿Por medio de la astrología psicológica?

RH: La psicología es solamente una aplicación de la técnica astrológica. Por ejemplo, yo hago astrología psicológica con métodos medievales. Eso no es un problema. También hago astrología no psicológica.

     Tenemos que dejar de pensar en la astrología como si fuera semejante a la tecnología científica, en la cual hay una y sólo una manera de hacer las cosas. Debemos, más bien, pensar en ella como en un sistema lingüístico, un lenguaje. La diferencia entre un buen lenguaje y uno malo no es si se trata de inglés, alemán, español, chino o hindú. Hay muchos buenos lenguajes. La diferencia en utilidad de un lenguaje sobre otro estriba en lo que cada uno puede expresar o no.

     El lenguaje de la astrología moderna del siglo XX está tan depauperado que no puede decir las cosas claramente. Es confuso, desenfocado y simplista. Podemos ilustrarlo con un ejemplo. Hace algunas décadas, la comunidad astrológica de Nueva York NCGR consiguió reunir un gran número de datos natales de víctimas de suicidio. Fueron recogidos de registros públicos; eran datos de nacimiento oficiales. En lugar de que los astrólogos hicieran lo que se podía esperar de ellos, un análisis estadístico de la muestra para ver si  se detectaba algún patrón, ellos crearon el Proyecto de Estudio del Suicidio de Nueva York. Este proyecto comprobaba la habilidad de los astrólogos para distinguir entre suicidas y no suicidas. Las cartas de los suicidas fueron emparejadas con las de los no suicidas. Los astrólogos fueron entonces invitados a comparar las cartas y decir cuál de cada pareja era la del suicida y cuál no.
     Yo no participé. ¿Sabe por qué? Porque me di cuenta de que no sabía qué mirar en una carta como indicación de suicidio. De hecho, la astrología moderna no dispone de un modelo teórico para detectar indicaciones de suicidio. Si el método tradicional para predecir el suicidio es correcto o no, no hace ahora al caso. La cuestión es que la astrología tradicional tiene un sistema de predicción del suicidio. El lenguaje contiene esa información. Podrá ser correcto o no, pero desde la perspectiva de la astrología como lenguaje, el lenguaje de la astrología tradicional es más articulado, más preciso y claro. La prueba es que en la astrología moderna, como la practica mucha gente, ni siquiera se puede decir si algo funciona o no. Se podría decir algo, pero no claramente. En la astrología medieval se puede ser preciso.
     Si no se puede decidir si un lenguaje está diciendo algo claramente o no, eso significa que no es tal lenguaje. Sobre la base de su articulación lingüística, la astrología medieval – y, por lo mismo, la astrología helenística o la hindú – es superior a la moderna astrología del siglo XX.
     Nuestra astrología “postmoderna” tiene que desarrollar un nuevo lenguaje oracular semejante al de la astrología medieval, la helenística o la hindú. Eso es realmente lo que los astrólogos están haciendo. Estamos tomando el verdadero lenguaje original y reformulándolo con palabras modernas. Yo no soy un antiguo. Puedo estudiar materiales antiguos por su interés intrínseco, pero cuando se trata de practicar la astrología, no soy un astrólogo medieval. Soy un astrólogo moderno. Uso el lenguaje medieval para propósitos modernos, y esto funciona muy bien.

TL: Llevando la astrología por ese camino ¿no caemos en la trampa de hacernos deterministas?

RH: ¡No! Jerarquía de lenguaje no es determinismo. Cuando se hace una declaración en un lenguaje claro, la gente sabe que se ha hecho la declaración. Lo que sucede en realidad es que las alternativas son descritas de modo muy articulado en los métodos medievales. No presentan una nebulosa masa de posibilidades. Usted puede decir que esta o aquella estrategia debería funcionar muy bien, mientras que esta o aquella otra estrategia probablemente fracasará. Pero nunca decir que esto funcionará y aquello no. La astrología moderna dirá “bie-e-en, veamos...”
     Yo trabajo con un lenguaje antiguo, pero con intenciones modernas. Esa es la diferencia.

TL: El astrólogo babilonio comenzó siendo un sacerdote. ¿Cree que hay un sacerdote en nosotros hoy día?

RH: Gurú o mentor sería más apropiado, pero no un sacerdote. Prefiero no cambiar en ese sentido tampoco.

TL: ¿La astrología es una religión?

RH: La astrología tiene implicaciones religiosas, pero no es una religión. No es una religión en el sentido habitual de la palabra. No es un sistema teológico.

TL: ¿La astrología es compatible con la religión?

RH: Solamente aquellas religiones que dicen que la astrología es maligna son incompatibles con la astrología.

TL: Hay muchos astrólogos que son intensamente cristianos o religiosos o tienen una fe fuerte...

RH: No tengo ningún problema con eso.

TL: ¿Por qué entonces la Iglesia no acepta la astrología? ¡El fallecido Papa Juan Pablo II declaró en una encíclica vaticana que la astrología es un grave pecado!

RH: Eso se responde muy fácilmente. Estos individuos no son la Iglesia, aunque ellos proclamen que lo son. La Iglesia Católica es públicamente reacia a reconocer la astrología. En realidad fue el Papa actual quien escribió el nuevo catecismo que condena la astrología, cuando todavía era cardenal. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido otros papas favorables a la astrología.

TL: ¿Es la astrología un sistema particular de fe, culto y creencia?

RH: Podría formar parte de un sistema así, pero no tiene por qué. No es un sistema de creencias. Ni un sistema determinado de fe y culto. Nadie ha decretado un ritual especial para ser astrólogo, aunque hay astrólogos rituales, tanto en el Este como en el Oeste. Pero no hay algo que debas creer para practicar la astrología. De hecho, tenemos dos sistemas de astrología que no son completamente diferentes pero tienen bastantes diferencias significativas; uno procede del subcontinente de la India, y el otro de Oriente Medio. Nuestra astrología es una rama de esta última. (Debemos tener presente que nosotros no practicamos astrología occidental, sino astrología Medio Oriental. No hay astrología occidental, salvo quizá la astrología del siglo XX y la Nueva Era).

     Usted preguntaba por qué la Iglesia es tan hostil con la astrología. La mejor respuesta que puedo dar es bastante simple. De acuerdo con Franz Cumont, la religión oficial del estado del Imperio Romano en el período anterior al cristianismo (y tenga en cuenta que era una religión del estado) no era el culto a los Olímpicos. Eso es un mito. Era el culto al Sol No Conquistado, el Sol Invictus. Era una religión muy neoplatónica, hasta el punto de que  neoplatónicos posteriores fueron conscientemente adoradores del Sol.

     La astrología formaba parte de su aparato de culto, y la religión era una forma de monoteísmo. El Sol no era exactamente como Zeus. El Sol era la única deidad suprema verdadera, o más exactamente, representaba a la única deidad suprema verdadera. Todas las demás “deidades” eran meramente locales, manifestaciones temporales. Se trataba de un monoteísmo ético, que fue desplazado por el cristianismo. Pienso que la actitud cristiana hacia la astrología procede del simple hecho de que la astrología formaba parte del aparato de una religión rival.

     ¡La astrología nunca se ha recuperado completamente de eso! Ha habido momentos en que el Cristianismo pudo convivir con la astrología. En la alta Edad Media, la mayoría de los intelectuales no tenían serios problemas con ella, siempre que no fuera determinista. Con eso si había un problema. Ahí puedo estar de acuerdo.

TL: ¿Puede un astrólogo ser ateo?

RH: No lo creo, no es inteligente. Estoy seguro de que alguien ha probado esto. El ateísmo implica que no hay absolutamente ningún principio viviente fundamental para el Universo. Se puede ser ateo en astrología en la forma en que mucha gente define a un ateo, es decir, alguien que no puede creer en su Dios. Yo podría considerarme un ateo, en sus términos, por esta razón, pero negar la existencia de una especie de principio viviente en el centro del ser, que es el verdadero ateísmo, es una posición que no creo que un astrólogo pueda tomar. Pero un astrólogo puede no creer en una religión determinada. Eso no es un problema. La astrología no se dirige necesariamente a ninguna religión, pero apunta a algún tipo de creencia distinta del ateísmo.

TL: ¿La astrología implica moralidad?

RH: No necesariamente. Históricamente no ha sido así, pero bien entendida podría serlo. La astrología no obliga a cumplir una disciplina moral, aunque implica una. Si entendemos el Alma como la forma de la persona perfecta, entonces la moralidad de la astrología consiste en lo siguiente:

     Aquello que impulsa al Alma a alcanzar su plena manifestación es el Bien. el Mal impide ese proceso. En otras palabras. la moralidad se basa sobre una perfecta auto-manifestación  o auto-realización. Pienso que la mayoría de las personas que hacen daño lo hacen porque han sido mutilados por su interacción con el entorno. Están enajenados respecto de quienes suponen ser. No puedo demostrar esto, pero creo que forma parte de las bases de la moralidad astrológica. La auto-realización es la moralidad - o al menos esforzarse por ello.

TL: ¿La astrología es misticismo?

RH: No directamente, pero implica la verdad del misticismo. Se puede describir como una aplicación práctica del misticismo. El misticismo es fundamentalmente la creencia de que nosotros y el Universo somos uno. La astrología es una experiencia práctica de eso sobre bases cotidianas.

     Piense acerca de esto por un momento. La carta no funcionaría si no fuéramos un aspecto personificado del Universo total. Cada uno de nosotros es una faceta de la totalidad del Universo. Esto es una consecuencia directa del pensamiento astrológico. Es una doctrina práctica y mística. Podemos dar vueltas a las cosas; puede que no seamos muy buenos en lo que hacemos, pero todos somos una parte integrante del Universo. ¡Cada uno de nosotros es no un hijo del Universo, sino un aspecto de él!

     Somos múltiples manifestaciones del Universo. Esa es una idea mística. Cada uno de nosotros es el Universo percibido desde un punto de vista particular. En realidad, ese punto de vista es, al menos en parte, expresado en nuestra carta.

TL: Usted es, entre otras cosas, un buen astrólogo eleccional. ¿No es eso una forma de adivinación?

RH: La astrología Horaria es definitivamente adivinación; es una lectura que uno capta del Universo. La astrología Eleccional no es técnicamente adivinación, porque uno no está leyendo. La astrología eleccional implica la transmisión del individuo hacia el Universo por su selección intencionada de un momento. Usamos el lenguaje de la astrología para elaborar una declaración de lo que pretendemos conseguir. Si lo hacemos correctamente, la intención se verá realizada.

     Pero hay un rompecabezas acerca de la astrología eleccional. Si usted elige una carta correctamente y ejecuta su plan en el momento apropiado, ¿es la carta, entonces, una indicación de que su actividad es bendecida, porque usted es capaz de hacerlo? ¿o es realmente la carta la causa de que su actividad sea bendecida? No hay forma de responder a esto. Yo he hecho muchas elecciones, y he encontrado que, a menudo, la gente no parece ser capaz de realizar la acción en el día apropiado. Algo sucede. Cuando esto pasa varias veces, les digo que no están destinados a hacer eso; no están destinados a mantener ese propósito.

     La astrología eleccional es, básicamente, hacer cualquier cosa que quieras con la bendición de las estrellas. Pero al mismo tiempo no se trata de complacer a los planetas; ¡estamos tratando de conseguir que los planetas nos complazcan! La astrología eleccional, no la horaria, es el aspecto más mágico de la astrología. Estás usando las influencias planetarias para tomar conciencia de tus propias intenciones. Por otra parte, la horaria es adivinación, como dice Geoffrey Cornelius. Se trata de descifrar lo que la Divinidad está diciéndonos. Curiosamente, la astrología horaria es religiosa, según la definición antropológica: se trata de conformarse a la energía de un Poder Superior. La eleccional, en cambio, es mágica: se trata de alterar un resultado mediante el uso de la energía de un Poder Superior. Sin embargo, todo es astrología.

TL: Mágico tiene, en cierto sentido, una mala connotación.

RH: La palabra ha sido deteriorada. En casi cualquier lenguaje excepto en inglés la palabra no es “magic”, sino Magia. Pienso que deberíamos recuperar esa palabra en inglés. Si se estudia a Cornelius Agrippa sobre magia (quien, después de todo, escribió un libro sobre ella) se ve que una de las modalidades de la magia era algo que él llamaba praestigium, de donde se deriva la palabra “prestigio”. Esto significa artimaña e ilusión, pero también lo hábilmente realizado que acredita  como mago.
     Lo que la mayoría de la gente entiende por magia es el praestigium. Otras formas de magia incluyen la teurgia, que significa establecer contacto con la naturaleza espiritual de divinidades y traer estas energías a la encarnación. El más destacado ejemplo de esto, en la práctica, es la misa católica.
     Tradicionalmente, hay también técnicas para comunicarse con espíritus. No sé si eso funciona o no. Nunca lo he hecho. Desde luego, no es fácil. Pero de nuevo la definición dada por Dion Fortune tiene verdadero mérito: “La Magia es el arte de conseguir cambios en la conciencia en conformidad con la voluntad”. Esa es una definición yóguica. Hace de la magia definitivamente un yoga. La astrología, utilizada con intenciones semejantes, puede ser un yoga. La Alta Magia, apropiadamente concebida, a la que podemos llamar Magia Blanca, es un yoga – mucho más que la astrología, en realidad.

TL: ¿Quiere decir que la astrología es un yoga?

RH: Una técnica de yoga está diseñada para provocar la unión del practicante con la Divinidad, y es un medio para obtener la auto-realización. En la medida en que la astrología puede usarse como una herramienta para la auto-realización es por definición un yoga.

TL: ¿Se unirán alguna vez la astrología y la ciencia?

RH: La ciencia, como un conjunto de técnicas para investigar la realidad física, no es un problema para la astrología. Y la astrología no es un problema para la ciencia. El problema para la astrología son las personas que practican la ciencia. En la mayoría de los casos, han adoptado un punto de vista filosófico que no tiene nada que ver con el éxito de su trabajo diario, a nivel de ciencia ordinaria.

     Esta filosofía es denominada “cientificismo” por sus adversarios. Postula que el mundo está muerto, es inútil y mecánico, que la vida es un fenómeno sin sentido que debe ser explicada a partir de un Universo que está fundamentalmente muerto. Eso no es compatible con la astrología. Mientras la ciencia conciba esto como un requisito, será incompatible con la astrología. No veo a los cientificistas ni a muchos intelectuales aceptando la astrología por mucho tiempo. Curiosamente, la gente común y la humanidad en general está aceptando la astrología cada vez más. En la mayoría de los casos no saben bien de qué se trata o pueden no “creer” en ella. Lo bueno es que, cuando hablas sobre astrología, la mayoría de la gente no te saca de la habitación – o de la universidad, por este asunto.

     En el moderno sentido de la palabra “ciencia”, será difícil unirlas. En el sentido original de la palabra, no hay problema. Aristóteles fue el primero en definir “ciencia”. Lo hizo en griego, por supuesto: episteme. Aristóteles dijo que la ciencia requiere tres cosas: primero, un auto-evidente primer principio que se obtiene por observación; segundo, un medio de tratamiento lógico de ese primer principio; y tercero, una conclusión que resulte del segundo principio operando sobre el primero. Así, si tienes un primer principio y un método de desarrollo de ese primer principio y puedes alcanzar una conclusión a partir de esos principios, entonces tienes una ciencia.
     ¡La astrología hace esto todo el tiempo! En el sentido aristotélico, la astrología es una ciencia. No es una ciencia en el moderno sentido de la palabra, que es totalmente diferente de su significado original. Ha cambiado con el tiempo. La palabra “ciencia” viene de scientia, que significa simplemente “conocimiento”.

TL: ¿La astrología está perdiendo popularidad?

RH: Es difícil responder a eso. Llegó a ser muy popular en los años 70. Los astrólogos que aparecen en las conferencias son cada vez mayores, no hay duda. Con el tiempo, muchos de nosotros no estaremos.

     Si usted va a internet, sin embargo, descubrirá un gran interés por la astrología, aunque será más rudimentario y popular. Existen enormes grupos de salas de chat. Pero ahí hay un problema generacional. Los que procedemos de los años 70 tenemos problemas para conectar con los astrólogos más jóvenes. Tendemos a movernos en diferentes círculos. En el Kepler College, la media de edad de los estudiantes es mucho más joven que lo normal para grupos de astrología.
     Está claro que la comunidad astrológica, tal como la conocemos, se está reduciendo. Pero no creo que eso le suceda a la astrología misma. La astrología se aproximó a su extinción en el siglo XVIII, pero sobrevivió. Aunque si la astrología no hubiera resistido en Inglaterra es probable que no hubiera sobrevivido en ninguna parte. Patrick Curry describe muy bien por qué la astrología sobrevivió en Gran Bretaña – en sus dos libros, Prophesy and Power y A Confusion of Prophets.

TL: ¿Qué cree que podemos hacer para atraer a las generaciones más jóvenes a la astrología?

RH: Ya están aquí, y se sienten atraídos. Pero la mayoría no parece estar especialmente interesada en comprometerse con el nivel de intensidad que muchos de nosotros lo hemos hecho.

     Por otra parte, el pasado mes de abril asistí a un congreso en Sedona, Arizona, organizado por Moses Siregar III, de 31 años. Aunque algunos de los “viejos muchachos” fuimos invitados a participar, la mayoría de los conferenciantes tenían menos de 40 años, y varios de ellos menos de 30. ¡Estuvieron brillantes! Creo que el futuro está en buenas manos.

TL: ¿Quién cree usted que es el más grande de los astrólogos – vivo o fallecido?

RH: Prefiero no opinar sobre astrólogos vivos, si no le importa. Creo que dos de los mayores astrólogos en la tradición medieval y moderna temprana fueron Bonatti y Cardano. Entre los árabes, el más influyente era Abu Mashar. No sé si era el más grande, porque en realidad hizo algún daño importante a la astrología. También Lilly era un gran astrólogo.

     De los modernos ya fallecidos, yo pondría probablemente entre los grandes a Reinhold Ebertin y Dane Rudhyar. Hay otros, pero no me vienen ahora a la mente.

TL: Usted es un sagitariano, ¿piensa que usted vive su signo solar?

RH:  En realidad sigo un estilo de vida más propio de Júpiter. Júpiter está ascendiendo en mi carta. Rige y dispone más que ningún otro planeta. No soy un clásico jupiteriano, sin embargo, ya que tengo Saturno en oposición al Sol. Eso me hace más disciplinado que el típico jupiteriano. Sagitario es un signo bastante brillante, y yo no soy una persona especialmente brillante, ni mental ni físicamente. Saturno tiene una fuerte influencia en mi carta. Por tanto no, no me describiría a mi mismo como un clásico sagitariano. ¿Cómo podría serlo, con Cáncer ascendiendo y la Luna en Escorpio? Además de eso, tengo esta configuración Sol-Saturno.

     Lo que yo digo de Sagitario con Escorpio es “¡aprendiz de todos los oficios, maestro de varios!”


© 2008, Tore Lomsdalen, por la transcripción del texto original en inglés
© 2008, Julián García Vara, por la presente traducción.

Ver texto original en The Mountain Astrologer, Aug/Sep 2008.