viernes, 11 de mayo de 2012

Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir: una relación diferente

Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir

Desde que se conocieron en 1929, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre establecieron un vínculo que les mantuvo íntimamente unidos hasta la muerte de este último en 1980. Les unía su común interés por la filosofía, la literatura, los problemas sociales y la libertad. Se admiraban recíprocamente, ambos fueron los dos estudiantes más brillantes de su promoción universitaria. A Simone le fascinaba la originalidad del pensamiento de Jean Paul y su vivo interés por todo lo que le rodeaba, ya fueran objetos, personas o situaciones. Jean Paul admiraba el talento, la capacidad de trabajo y la belleza de Simone; por su laboriosidad, se refería a ella como "el castor". No establecieron, sin embargo, ningún compromiso matrimonial ni de fidelidad. Sartre no estaba hecho para la monogamia y así se lo declaró a De Beauvoir. Acordaron mantener una relación basada en la libertad, el amor y la sinceridad. Ambos se vieron envueltos en una complicada trama de relaciones, llegando en algún caso a compartir el amor de una misma persona, dado que Simone era bisexual. Sin embargo, Simone nunca fue para Sartre una más. Valiéndose de la jerga filosófica que ambos manejaban con soltura, Sartre declaró que su relación con Simone era la única necesaria, mientras que todas las demás eran relaciones contingentes. Por su parte, Simone de Beauvoir llegó a escribir que todo el tiempo que pasaba separada de Sartre le parecía tiempo perdido.

Sartre nació bajo una conjunción de Venus con Júpiter. Estos mismos planetas se hallaban en oposición en el nacimiento de Simone de Beauvoir. Los dos aspectos se conectan, a su vez, entre sí, a través de una cuadratura entre los Venus de ambos. De acuerdo con los usos generalmente aceptados en los procedimientos de interpretación de cartas astrales, Júpiter representa un principio de expansión, jovialidad, alegría y espíritu de aventura, mientras que Venus se asocia con la belleza, el amor, la sensualidad y el espíritu de concordia. La conexión de estos dos planetas por aspecto supone la fusión de sus significados o el establecimiento de una relación dialéctica entre ambos. Cuando Júpiter se asocia con Venus es difícil que una sola persona pueda colmar las elevadas aspiraciones amorosas y la sobreabundancia de apetitos sensuales que esta combinación genera. Se desea libertad de movimientos y se eluden las restricciones, pero, al mismo tiempo, la persona desea y necesita sentirse noble, limpia e inocente. Invocará, pues, algún alto ideal que justifique su conducta. Esto es exactamente lo que hizo Sartre. "Relación necesaria", "amor puro", "sinceridad", "respeto por la libertad del otro", "compromiso profundo", estos fueron los elevados conceptos que arroparon un comportamiento que los moralistas de su tiempo hubieran preferido llamar "falta de compromiso real", "inmadurez", "libertinaje" y "promiscuidad". Sea como fuere, Sartre no ocultaba sus cartas y Simone estuvo de acuerdo en jugar el mismo juego y en las mismas condiciones. Ella tenía estos planetas conectados por oposición, lo que podría indicar que en su caso esta situación se  viviera de una forma más conflictiva que en el caso de él. De alguna manera esto fue así, porque el comportamiento de Simone escandalizó mucho más a la sociedad parisina que el de Sartre, incluso antes de que se tuviera noticia del componente lésbico, pero esto fue debido simplemente a su condición de mujer. 




La cuadratura que se forma entre los Venus de ambos es fuerte por orbe (0º 56') y si nos atenemos a la consideración tradicional de las cuadraturas como "aspectos problemáticos" podemos estar tentados de atribuir a este aspecto alguna responsabilidad en el hecho de que la relación no se consolidara dentro de los cauces convencionales de la unión matrimonial. Pero si tomamos en consideración la distribución de aspectos de Venus por sinastría en la muestra de tres millares de matrimonios recogida por los esposos Gauquelin, debemos concluir que las cuadraturas de Venus no sólo no impiden el establecimiento del vínculo conyugal ni disminuyen el número de las uniones, sino que, por el contrario, las facilitan y aumentan. De acuerdo con las estadísticas disponibles, cuando en la carta natal de una persona Venus ocupa un grado que queda en cuadratura con el ocupado por otro planeta cualquiera en la carta de otra persona, esto aumenta la probabilidad de que entre esas dos personas se establezca una relación amorosa o un vínculo matrimonial. Las cuadraturas de Venus parecen actuar como la llama que enciende la pasión. Los trígonos de Venus, sin embargo, funcionan más bien como fósforos mojados.

Esta cuadratura de los Venus de uno y otro es importante también por otra razón. En el punto medio de ambos Venus se encuentra la Luna de Simone. A su vez, esta Luna hace una cuadratura prácticamente exacta (orbe 0º 01') con el Sol de Jean Paul y en el punto medio de esta nueva cuadratura se encuentra Venus de Jean Paul. Para que todo esto se vea con claridad, he aislado estos pocos factores en el gráfico siguiente:

Planetas de la carta natal de Simone de Beauvoir (rueda interna)
y de Jean Paul Sartre (rueda externa)

Podemos también expresar estas relaciones observando que el ángulo de aproximadamente 45 grados que separa a Venus de la Luna en la carta de natal de Simone es más o menos el mismo que separa a Venus del Sol en la carta natal de Jean Paul y que, a su vez, ambos ángulos están separados entre sí por el espacio de unos 45 grados que va de la Luna de Simone a Venus de Jean Paul. Como 45 grados es la octava parte del círculo, se forma así un ritmo del 8, que implica que los cuatro planetas se reunirán en una conjunción múltiple en el armónico 8. Pero todo esto tiene también otras consecuencias. Puesto que el ángulo entre los Venus de ambos es aproximadamente el mismo que separa la Luna de Simone del Sol de Jean Paul, se sigue que si calculamos una carta de transformación de arcos de Venus hallaremos en ella una conjunción de luminarias. Y si calculamos una carta de transformación del arco entre la Luna de Simone y el Sol de Jean Paul, hallaremos en ella una conjunción de los dos Venus. Estas relaciones u otras muy similares ya las hemos encontrado antes en otras parejas y he publicado algunos ejemplos en varios otros artículos de este blog (véase Arcos de Venus en sinastría para los príncipes de Asturias, Activación de arcos de Venus por tránsitos para Claudia Schiffer y David Copperfield, Arcos de Venus y amistades peligrosas para Amanda Knox y Raffaele Sollecito).

Recordemos que una transformación de arcos de Venus es una variante armónica de las cartas natales que deja a Venus de dos personas distintas exactamente en la misma posición. El número de armónico a utilizar es el resultado de dividir 360 por el número de grados que separan al planeta más adelantado en el zodiaco del menos adelantado. En este caso, el arco es de 270,932119 grados y el armónico a utilizar es el 1,328746. Con este número de armónico aplicado a las cartas natales de Simone y Jean Paul obtenemos la siguiente carta doble:

Armónico 1,328746 de Simone de Beauvoir (rueda interna)
y Jean Paul Sartre (rueda externa), manteniendo
invariables las cúspides de las casas originales (armónico 1)

El acoplamiento de los Venus de ambos se produce en 29º 44' de Tauro, en sextil con la Luna de Simone y con el Sol de Jean Paul que, tal como habíamos previsto, aparecen reunidos en conjunción al final del signo de Cáncer. 
Se observará que aproximadamente en el punto medio de estas dos conjunciones estaba el Sol natal de Jean Paul Sartre (29º 40' de Géminis), mientras que la Luna natal de Simone de Beauvoir (29º 41' de Piscis) queda en un sextil muy ajustado a la conjunción armónica de los Venus y en trígono con la conjunción armónica de las luminarias.

La conjunción armónica de los Venus no se produce únicamente en el armónico indicado (1,328746) sino también en todos los múltiplos de este número. Dentro de esta serie de múltiplos, los planetas se comportan de la misma manera que en la serie de los armónicos enteros. Lo que quiero decir con esto es lo siguiente. Si en una carta natal tenemos un planeta a 0º de Géminis, que es el grado 60 contado desde el inicio del zodiaco, este planeta se desplazará 60 grados por armónico. Quedará, por tanto, a 0º de Géminis en el armónico 1, a 0º de Leo en el armónico 2, a 0º de Libra en el armónico 3, a 0º de Sagitario en el armónico 4, a 0º de Acuario en el armónico 5 y a 0º de Aries en el armónico 6. Cerrará su ciclo regresando al 0º de Géminis en el armónico 7. De esta forma se moverá dentro de un ritmo del 6, porque cada vez que añadimos seis armónicos a la posición original el planeta retorna a su punto de partida. Pues bien, en el armónico 1,328746 tanto de la carta de Simone de Beauvoir como de la carta de Jean Paul Sartre Venus se encuentra muy cerca de 0º de Géminis (a 0º 16'). Por tanto, en la cadena de múltiplos sucesivos de este número, las conjunciones de Venus seguirán un circuito muy similar al correspondiente a un planeta a 0º de Géminis, definiendo así un ritmo del 6 en el interior de esta secuencia de armónicos. Uniendo entre sí todos los puntos del zodiaco donde se producen las seis primeras conjunciones armónicas de estos Venus obtendremos algo muy cercano a una Estrella de David. Cada una de las puntas de esta estrella quedará en el último o en el penúltimo grado de un signo de tierra o de agua, formando aspectos de sextil, trígono, oposición o conjunción a la Luna natal de Simone y otros aspectos más complicados (semi-sextiles, cuadraturas y quincuncios) con el Sol de Jean Paul.


Posiciones de Venus en las seis primeras
transformaciones de arcos de Venus
de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir


Algo semejante, aunque un poco más difuso porque los orbes son mayores, sucederá con la conjunción armónica de las luminarias. Como ésta tiene lugar muy cerca del 0º de Leo, que es el grado 120 del zodiaco, generará un ritmo del 3; y como la primera conjunción se produce al final del signo de Cáncer, todas ellas se producirán a finales de algún signo de agua, en trígono o en conjunción con la Luna natal de Simone.

Veamos, por ejemplo, lo que sucede con Venus y con las luminarias en la segunda transformación de arcos de Venus (armónico 2,657492):


La conjunción de los Venus se produce aquí aproximadamente en el mismo lugar que la conjunción de las luminarias en la primera transformación. La conjunción de las luminarias se superpone al ascendente natal de Simone. El Sol de Simone ocupa ahora el mismo grado que Venus en la carta natal de Jean Paul.

Venus se relaciona todavía de otra manera más con las luminarias a través del armónico 18,97367, que es la raíz cuadrada de 360, un armónico experimental al que me he referido antes con varias abreviaturas y denominaciones (véase El armónico de la mayoría de edadEl ARC360, un paso adelante en sinastríaArmónicos radicales). En este armónico Venus queda en oposición al Sol en la carta de Simone, superponiéndose el primero a su propio ascendente natal y el segundo a su descendente, y la Luna de Jean Paul queda en conjunción con el Sol de Simone y en oposición a su Venus. Además, esta Luna de Jean Paul Sartre se sitúa en el grado 29 de Tauro, que es el mismo donde se produce la conjunción de los Venus en la primera transformación de arcos de este planeta.

Armónico 18,97367 de Simone de Beauvoir (rueda interna)
y Jean Paul Sartre (rueda externa)


De esta forma, a través de los armónicos, se va transparentando una compleja red de relaciones implicadas en una sencilla cuadratura inicial que no parecía que pudiera dar tanto de sí. Hemos tenido acceso a una información vedada para otros métodos más tradicionales y que nos sirve para entender un poco mejor las razones de los profundos y duraderos lazos afectivos que se establecieron entre estas dos personas. Al mezclarse Venus con la Luna y con el Sol, el placer va acompañado de ternura y calidez, de sentimientos de protección y capacidad de absorber y reflejar la identidad del otro.

En cuanto a las afinidades intelectuales, es posible que estén relacionadas, por lo menos en parte, con el hecho singular de que la distancia y la disposición relativa de Mercurio y el Sol sea casi exactamente la misma en las dos cartas. En la carta natal de Simone de Beauvoir, el Sol se encuentra 3º 16' después de Mercurio. En la carta natal de Jean Paul Sartre, el Sol se encuentra 3º 15' después de Mercurio. La diferencia de 0º 01' de arco entre los dos ángulos es tan pequeña que de nuevo tiene importantes implicaciones en relación con los armónicos. La carta de transformación del arco Sol-Mercurio de uno cualquiera de nuestros dos personajes se producirá en un número de armónico muy próximo a la misma carta del otro personaje. Además, la carta de transformación de arcos del Sol de la pareja será prácticamente la misma que la carta de transformación de arcos de Mercurio de la pareja y viceversa, de modo que la carta armónica que deja en conjunción exacta a los soles de ambos dejará también en conjunción exacta a sus mercurios.

Armónico 1,81977 correspondiente a la transformación
de arcos del Sol de Simone de Beauvoir (rueda interna)
y Jean Paul Sartre (rueda externa).

La conjunción armónica de los soles de Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre se produce, como acabamos de ver, en el grado 13 de Virgo. Si en lugar de acoplar los soles acoplamos las lunas mediante la correspondiente carta de transformación de arcos obtenemos la siguiente carta doble:


Armónico 10,587346 correspondiente a la transformación
de arcos de la Luna de Simone de Beauvoir (rueda interna)
y Jean Paul Sartre (rueda externa).


Las lunas contactan en el grado 28 de Libra, pero el Sol de Simone queda en esta carta de nuevo a 13 de Virgo, en el mismo grado en el que se acoplan los soles de ambos en la carta precedente. Es muy poco probable que esto sea una simple coincidencia. El dato está ahí y registrado queda, pero sobre su alcance y posible significado sólo podemos especular, tomando como referencia las indicaciones generales que sobre la interpretación del Sol y de la Luna nos propone la astrología.

El grado 13 de Virgo es para ellos el punto de encuentro del modo de ser explícito y consciente de cada uno, el lugar donde se forma una identidad común, una manera de ver el mundo en la que ambos pueden estar de acuerdo, una función que pueden realizar conjuntamente. Juntos analizan el mundo en todos sus detalles, estudian los objetos, las personas, las situaciones, el lenguaje, las costumbres, las ideas. Mediante el diálogo ganan claridad y crecen en consciencia, lo cual viene también potenciado por el hecho de que el armónico que acopla sus soles pone en coincidencia, al mismo tiempo, los mercurios de ambos.

El punto en el que convergen las lunas es de esperar que tenga un significado más emocional, empático, instintivo y esté relacionado con lo que les hace sentirse cómodos, protegidos y seguros. Es posible que, por encontrarse en Libra, tiendan a evitar confrontaciones crispadas y aparatosas escenificaciones emocionales y se sientan más a gusto en un clima de cortesía, amabilidad, cuidado de las formas y comportamiento "civilizado". En cualquier caso, el esfuerzo de Simone por sintonizar emocionalmente (Luna) con Sartre parece dejarla situada en el mismo punto de vista o en el mismo rol exigido por la compenetración consciente y solar (13 de Virgo). Esto me hace pensar que ella debía sentirse muy cómoda en sus intercambios intelectuales con Sartre y, en general, en su compañía, y que esta relación la ayudaba a hacer conscientes (Sol) sus complejos emocionales o los contenidos de su subconsciente (Luna).

Hay todavía otra carta armónica más que apunta en la misma dirección y contiene coincidencias de grados aún más asombrosas. Se trata de una de las transformaciones de arcos Sol/Luna calculada solamente a partir de la carta natal de Simone de Beauvoir. El ángulo que forman el Sol y la Luna en la carta natal de Simone es de 72º 11', medido por la distancia más corta. Esto se aproxima mucho a la quinta parte del círculo (72 grados), que define el aspecto de quintil. Por tanto, en el armónico 5 los encontraremos en conjunción, en este caso a finales de Piscis, cerca del grado ocupado por la misma Luna natal de Simone. Pero lo verdaderamente interesante nos lo encontramos si medimos el ángulo por la distancia más larga (287º 49') y calculamos el armónico correspondiente a esa distancia (1,250807). Obtenemos así el mapa siguiente:

Transformación de arcos Sol / Luna de Simone de Beauvoir
(ángulo complementario)

A primera vista, la carta nos presenta una cuadratura del Sol con la Luna y no una conjunción exacta, como algún lector podría haber esperado. La razón de esto la he explicado ya en el artículo  Arcos de Venus complementarios. Como quedó expuesto en ese lugar, cuando medimos el arco entre dos planetas por la parte del zodiaco que contiene el grado cero de Aries, normalmente estos dos planetas no aparecerán en conjunción en la carta armónica que resulta de dividir 360 por ese arco. Pero esto no significa que tales conjunciones no existan. Es sólo un inconveniente técnico el que hace que los programas no las dibujen, pero estar están. No podría ser de otra manera, si tenemos en cuenta que lo que hacen estas cartas de transformaciones de arcos es usar zodiacos más pequeños cuyo tamaño coincide exactamente con el arco entre los dos planetas elegidos. Hay, por tanto, aunque no la veamos en el gráfico, una Luna a 29º 36' de Piscis, en conjunción exacta con el Sol que el gráfico sí muestra. Y hay también, aunque tampoco podamos verlo, un Sol a 29º 54' de Géminis en conjunción exacta con la Luna que sí podemos ver. Dos conjunciones a falta de una. Y dos conjunciones que no están en cualquier sitio. La primera se encuentra en el mismo grado que la Luna natal de Simone de Beauvoir y la segunda en el mismo grado que el Sol natal de Jean Paul Sartre. 

Ahora podemos ver que la estrecha cuadratura entre la Luna natal de Simone y el Sol natal de Jean Paul comentada más arriba no solamente conlleva nexos adicionales con los ritmos de Venus sino que, además, está íntimamente arropada por las conjunciones Sol/Luna en los armónicos de Simone. El Sol original de Simone de Beavoir, a 17º 30' de Capricornio se desplaza hasta el grado 29 de Géminis para encontrarse allí con su Luna, para que sea posible el contacto entre el animus y el anima, entre el consciente y el inconsciente, lo racional y lo emocional. Y en ese mismo grado la estaba esperando el Sol original de Jean Paul Sartre, para potenciar y dinamizar el proceso de integración de su personalidad.


© 2012 Julián García Vara



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