martes, 27 de noviembre de 2012

El engranaje microcósmico


El sistema de armónicos dinámicos como modelo unificador de diversas técnicas de prognosis.


El ciclo armónico de un planeta es el número de armónicos que necesita para completar una vuelta al zodiaco o a algún otro círculo de referencia cuando se le desplaza por un sistema de direcciones de movimiento regular. El valor del ciclo armónico de un planeta equivale al número de veces que cabe en el círculo el ángulo comprendido entre el punto de origen del círculo de referencia y la posición del planeta dentro de ese círculo. Se obtiene dividiendo 360 por la medida de ese ángulo.

Así, por ejemplo, un planeta que ocupa en la carta natal el grado 12 de Géminis queda a 72 grados de distancia del punto de origen del zodiaco (el 0º de Aries). Dividiendo 360 por 72 obtenemos 5. Por tanto, el ciclo armónico de ese planeta es 5. Si aplicamos la ecuación que se usa en los armónicos de la edad + 1, que cuentan los armónicos por años partiendo de la carta natal, nuestro planeta necesitará cinco años para retornar a su posición original y completar así su primera revolución armónica. Como la carta natal es el armónico 1, al sumar 5 armónicos a la carta natal llegamos al armónico 6, que es el armónico en que tendrá lugar esta primera revolución armónica. A partir de ahí, tendremos una nueva revolución cada 5 armónicos, la segunda en el armónico 11, la tercera en el 16, la cuarta en el 21 y así sucesivamente.

Los armónicos de la edad forman parte del Sistema de Armónicos Dinámicos, que es el conjunto de todos los métodos que permiten proyectar series de cartas armónicas en el tiempo. También podemos llamarlos Armónicos Diacrónicos. Aquí se incluyen tanto los armónicos propiamente dichos, que resultan de la división del círculo por números enteros, como otras cartas que resultan de la división del círculo por números fraccionarios. Nos referiremos a estas últimas, para entendernos, con el nombre de armónicos fraccionarios, por más que sea una contradicción en los términos. Con ayuda de estos armónicos fraccionarios podemos asociar cada carta armónica con una o varias fechas de la vida de una persona y cada fecha con una o varias cartas armónicas.

La idea esencial sobre la que se asienta todo el Sistema de Armónicos Dinámicos es que todo ángulo entre dos puntos significativos de una carta natal se integra en un patrón específico de vibración que define un ritmo propio. Todo ritmo se despliega en el tiempo de manera regular y el tiempo se mide en función de los movimientos de los astros. De ahí que sea legítimo buscar correspondencias entre ciclos armónicos y ciclos astronómicos.

Nada de esto es nuevo para quien haya leído todo lo que llevo publicado en artículos anteriores de este blog sobre este mismo tema. Así, por ejemplo, en Tiempo reversible en astrología dinámica escribí:
Incluso ciclos armónicos puros pueden entrar en resonancia con ciclos astronómicos y (...) ese es el fundamento último del funcionamiento de un rosario de técnicas aparentemente desvinculadas, tales como las profecciones, los atacires, las direcciones simbólicas, la Proluna de Cristoff, el punto de la vida de Frankland, el punto de la edad de  Huber, el C-60 de Santos y los armónicos de la edad de Addey, entre otras. Todas ellas pueden englobarse bajo la denominación general de direcciones armónicas, como casos particulares del principio ampliado de resonancia de ciclos, según la fórmula:
un ciclo armónico simple o compuesto = un ciclo astronómico simple o compuesto
Esta idea y otras similares las he introducido, más o menos de pasada, en varias ocasiones, pero ahora quiero detenerme a desarrollar con más detalle la relación que existe entre las diversas técnicas mencionadas y los armónicos dinámicos, para que se comprenda con toda claridad cómo y por qué las primeras constituyen casos particulares de estos últimos. Así se entenderá también el espacio que estoy concediendo a las direcciones simbólicas en un blog cuyo tema central son las cadencias microcósmicas, como podemos también denominar a los ritmos o conjunto de movimientos cíclicos de base armónica que se desarrollan en el interior de cada microcosmos personal.

La fórmula general que vertebra todo el sistema de armónicos dinámicos es la que acabo de citar más arriba:

un ciclo armónico simple o compuesto = 
= un ciclo astronómico simple o compuesto

Veamos cómo se derivan de esta fórmula las diferentes técnicas mencionadas. 

La importancia de los nodos de la Luna como puntos sensibles de una carta natal es admitida por la mayoría de los astrólogos, pero son muy pocos los que conceden al eje 0º Aries - 0º Libra un tratamiento similar al que le dan a los nodos de la Luna, porque no han prestado suficiente atención al hecho de que los puntos equinocciales son también nodos. Los nodos de la Luna son los puntos de intersección de la eclíptica con la órbita de la Luna y los puntos equinocciales son los puntos de intersección de la eclíptica con el ecuador celeste. Es verdad que los puntos equinocciales, a diferencia de los nodos de la Luna, siempre ocupan el mismo lugar dentro del zodiaco tropical, pero, al igual que sucede con los nodos de la Luna, no siempre quedan emplazados en las mismas casas ni hacen los mismos aspectos con los planetas. Estos detalles pueden enriquecer la labor de interpretación, pero ese no es nuestro tema en este momento.

Si el nodo norte de la Luna tiene su propio ciclo armónico, también debe tenerlo el grado cero de Aries, pero con este último se nos presenta un problema. El ángulo entre el grado cero de Aries y el punto de origen del zodiaco es cero, por definición, pero no es viable la división de 360 por cero. Ahora bien, dentro de un círculo un ángulo de cero grados es también un ángulo de 360 grados y sí que es factible dividir 360 por 360. El resultado, como es natural, es 1. Por tanto, el ciclo armónico del punto vernal septentrional o grado cero de Aries tropical es 1. Para desplegar este ciclo en el tiempo es necesario ponerlo en correspondencia con algún ciclo astronómico. Puesto que el cero de Aries es el punto de origen del zodiaco tropical y éste no es otra cosa que la órbita aparente del Sol en torno a la Tierra a lo largo de un año, parece que el año es el ciclo astronómico más apropiado para establecer esa correspondencia, que queda como sigue:

(1) un ciclo armónico del punto vernal = un año

o, lo que es lo mismo:

un armónico = un año

Esta es la fórmula en la que se basan tanto los armónicos de la edad como los armónicos de la edad + 1, los cuales se diferencian únicamente en que los primeros toman como punto de partida el armónico cero y los segundos comienzan con el armónico uno

Hay que admitir, no obstante, que la expresión "ciclo armónico del punto vernal" es bastante extraña, porque para que tenga algún sentido tenemos que imaginar al punto vernal en movimiento a través del zodiaco. Pero como el cero de Aries es el punto de origen del zodiaco no puede moverse a través de él, sino que es el zodiaco el que se moverá siempre con él y delante de él, como la zanahoria que pende de un palo ante los ojos de un burro que se obstina inútilmente en aproximarse a ella. No perdamos de vista, sin embargo, que los lugares que ocupan los planetas en las cartas armónicas no representan sus posiciones reales sino el estado de su relación con una onda asociada a la posición original del planeta, cuya amplitud y frecuencia viene dada por el número del armónico. Una "onda del uno" puede asociarse al punto vernal y desplazarse (vibrar) a través del zodiaco mientras el punto vernal permanece en su lugar. En la equivalencia armónico/año esta onda se desplaza diariamente al ritmo del arco de Naibod, que es el movimiento medio diario del Sol. También podemos decir que el arco de Naibod es el movimiento armónico diario de un Sol radical situado a cero de Aries.

Aquí hemos usado dos ciclos simples (un armónico y un año). Si mantenemos el mismo ciclo armónico simple, pero tomamos como ciclo astronómico un ciclo compuesto de 84 años nuestra fórmula queda así:

(2) un ciclo armónico del punto vernal = 84 años

Esto quiere decir que la que podríamos llamar la instancia móvil del punto vernal recorrerá el zodiaco en 84 años, partiendo de cero Aries. Y eso es exactamente lo que hace el Punto de la Vida de Frankland.

Si cambiamos el círculo de referencia y en lugar del zodiaco tropical usamos el círculo de las casas podemos tomar el Ascendente como punto de origen. En ese caso, definir un ciclo armónico del ascendente no partiendo de su posición en el zodiaco sino partiendo de su posición en el propio círculo de las casas plantea los mismos problemas que se nos presentaron al tratar de definir el ciclo armónico del punto vernal y admite las mismas soluciones. El Ascendente es el punto cero de su propio círculo, por lo que otra vez tendremos que considerarlo como si fuera un ángulo de 360 grados dentro del círculo de las casas. La ecuación "un ciclo armónico del ascendente = un año" sirve, en teoría, para definir armónicos de la edad domales, pero en la práctica no sirve para mucho, porque sólo funcionará correctamente si la hora de nacimiento se conoce con precisión de segundos y si se acierta con el sistema de casas a utilizar. Consideremos esta otra ecuación:

(3) un ciclo armónico del ascendente = 84 años

Aplicada sobre el círculo de las casas, esta ecuación nos indica que la que podríamos llamar la instancia móvil del ascendente recorrerá toda la carta en 84 años, a razón de siete años por casa, partiendo de su propia posición natal en el zodiaco. Y eso es exactamente lo que hace la Proluna de Boris Cristoff.

Como el ciclo astronómico de Urano es de 84,01 años coincide casi exactamente con el ciclo compuesto usado en las dos ecuaciones anteriores, por lo que los resultados de ambas técnicas no diferirán prácticamente en nada de los que pueden obtenerse mediante las ecuaciones (4) y (5):

(4) un ciclo armónico del punto vernal = un ciclo astronómico de Urano
(5) un ciclo armónico del ascendente = un ciclo astronómico de Urano

El sistema de progresión de la edad de Bruno y Louise Huber responde a la fórmula (6):

(6) un ciclo armónico del ascendente = 72 años

En este sistema, el Punto de la Edad coincide con el lugar de la carta que va ocupando la instancia móvil del ascendente dentro de un ciclo de 72 años, a razón de seis años por casa, partiendo de su propia posición en el zodiaco. Los sistemas de casas pueden variar (Cristoff usa Placidus, Huber usa Koch) pero el concepto básico es el mismo.

El C-60 de Demetrio Santos no se corresponde exactamente con un ciclo de 60 años trópicos, sino con otro de 58,2 años derivado de un ciclo compuesto de Júpiter y Saturno, pero puede reformularse, según indica el propio Santos, como se define en la fórmula (7):

(7) un ciclo armónico del ascendente = 60 años lunares (de 12 meses sinódicos)

Santos especula con que la importancia del número 60 en astrología puede estar basada en este ciclo y añade que también es posible que:
el gran número de armónicos o divisores que en sí comprende el número 60 haya sido el que dio importancia a este último número como base de numeración de la cultura sumeria, y que todavía se conserva en divisiones de tiempo (60 minutos, 60 segundos). Así pues, esta base de numeración no tiene una base espacial o biológica (10 dedos, 20 dedos, con base en el número 5), sino temporal y armónica, siendo un estudio del número en sí mismo y en relación con el Cosmos espacio-temporal. (Investigaciones sobre astrología, tomo I, pp 276-77)
En efecto, el número de divisores no sólo justifica la importancia del número 60, sino también la de los números 72 y 84 usados en las fórmulas anteriores, ya que los números 60, 72 y 84 son -junto con el 90- los que más divisores comprenden dentro de los 90 primeros. Estos números también ocupan un lugar destacado en la tabla de armodinas por equivalencia de pares, como se muestra en el gráfico siguiente:

Figura 1. Armodinas de equivalencia de pares
para las 90 primeras claves de dirección

La relevancia de estos ciclos internos al microcosmos personal en detrimento de otros más puramente astronómicos no pasa desapercibida a Demetrio Santos cuando escribe:
Hagamos notar a este respecto que para determinado conjunto tiene más importancia su división interna por medio de armónicos o números enteros que el influjo recibido del exterior, al igual que tiene más importancia la propia resonancia que dicho influjo externo (op. cít. p. 277)
También es notable el hecho de que estos análisis lógico-matemáticos de armónicos conduzcan a privilegiar los mismos números y ciclos que algunos astrólogos habían encontrado relevantes anteriormente por observación de sucesos.

Las profecciones pueden asimilarse a las direcciones simbólicas, ya que hacen lo mismo que ellas. Una profección del 12 mueve toda la carta a razón de un signo por año, que es lo mismo que hacen las direcciones simbólicas de clave armónica 12. De hecho, los programas Kepler y Armon de Miguel García nos permiten calcular direcciones simbólicas por cualquier clave a través de la opción profecciones. Por tanto, la demostración de que una cualquiera de estas técnicas es un caso particular de la fórmula general de armónicos dinámicos vale también para la otra. La abordaremos a través de un ejemplo.

Tomemos la carta natal de Diego Fabbri, que es uno de los casos que formaba parte de la muestra de 138 muertes naturales de cuyo contenido di alguna información en la entrada del mismo nombre. Diego Fabbri nació en Forli, Italia, el 2 de julio de 1911 a las 11:30 a.m. (10:30 GMT). Falleció el 14 de agosto de 1980. Aunque Astrodienst cita las 12 del mediodía como hora de la muerte, este dato no es fiable, porque Astrodienst usa las 12 del mediodía como hora de todos los sucesos cuya hora real es desconocida, pero para lo que vamos a calcular aquí esa hora nos vale perfectamente. Con esa hora, la edad exacta a la que murió Fabbri sería 69,121428 años. La figura 2 muestra su carta natal.

Figura 2. Carta natal de Diego Fabbri


En nuestra investigación sobre la muerte con ayuda de las direcciones simbólicas de clave armónica estuvimos experimentando sólo con tres claves: la 360, la 840 y la 1440. Estos números indican el número de años que emplearía un planeta natal cualquiera en dar una vuelta completa al zodiaco al desplazarse por cada una de estas claves de dirección. Pudimos comprobar con ayuda de estadísticas que la clave 840 es la más relevante de estas tres en los casos de muerte por causas naturales (vejez, enfermedad). Por tanto, vamos a calcular las direcciones simbólicas por la clave 840 para la fecha de la muerte de Fabbri. 

La clave 840 desplaza cada planeta natal 3 grados cada siete años, 1 grado cada dos años y cuatro meses ó 0º 25' 43" por año, que en expresión decimal es 0,428571. Multiplicando esta última cifra por la edad (69,121428) obtenemos 29,623469, que en expresión sexagesimal es 29º 37' 24". Este es el número de grados que hemos de añadir a cada planeta natal para obtener su posición dirigida en la fecha de la muerte de Fabbri. Esto lo digo para dejar claro el procedimiento, pero como es mucho más cómodo y rápido utilizar un programa y así evitamos, de paso, equivocarnos con los cálculos, recurriremos en esta ocasión al CPA-Kepler 4 de Miguel García. 

Figura 3. Direcciones por la clave 840
para la fecha de la muerte de Diego Fabbri

En la rueda interna de la figura 3 vemos la posición de los planetas en la carta natal de Fabbri y en la primera columna de la derecha los grados y minutos de arco de cada planeta en el signo que ocupa. En la rueda externa vemos las posiciones de los planetas dirigidos por la clave 840 y en la segunda columna de la derecha los grados y minutos de arco de los mismos. Los aspectos dibujados son los que forman los planetas dirigidos con los planetas natales. De toda esa maraña de aspectos hay dos que se destacan sobre todos los demás porque son exactos en la fecha de la muerte. La Luna dirigida se sitúa a 27º 44' de Libra y desde ahí forma un trígono exacto con Plutón natal, que está a 27º 44' de Géminis. Urano dirigido se sitúa a 27º 44' de Acuario y desde ahí forma otro trígono exacto con el mismo Plutón natal. Estas dos direcciones se forman al mismo tiempo porque la Luna y Urano están unidos por un trígono muy cerrado en la carta natal. El tiempo de vida de Diego Fabbri coincidió exactamente con el que necesitaba este trígono natal Luna-Urano para conformar con Plutón un Gran Trígono partil por la clave 840 de dirección. La dirección  de la Luna a Plutón era exacta con precisión de segundos de arco el 12 de agosto de 1980 y la de Urano a Plutón lo era el 15 de agosto del mismo año, por lo que podríamos haber esperado que algo importante sucediera entre el 12 y el 15 de agosto o en fechas no muy alejadas de éstas. Como ya he dicho, la muerte se produjo el 14 de agosto. 

Hasta aquí no hemos hecho uso de la fórmula general que relaciona ciclos armónicos con ciclos astronómicos, así que no hemos demostrado todavía que las direcciones simbólicas, profecciones o como las queramos llamar sean casos particulares de armónicos dinámicos. Para avanzar hacia ese objetivo haremos otra cosa. Vamos a aplicar la fórmula (8) al caso que nos ocupa.
(8) un ciclo armónico de la Luna = 840 años
Para esto no vamos a usar el Kepler, porque ahora queremos máxima precisión y el Kepler no nos da los segundos de arco. Tomaremos un programa que incorpore las Swiss Ephemeris, como por ejemplo el Zet, el Astrolog o el Solar Fire. La posición de la Luna según el Zet es 28º 06' 48" de Virgo ó 178,11333 en grados absolutos y expresión decimal. El ciclo armónico de la Luna es:

360 / 178,11333 = 2,021185 armónicos

Si la Luna avanza 2,021185 armónicos en 840 años, en un año avanzará:

2,021185 / 840 = 0,00240617 armónicos

Multiplicando el avance armónico anual de la Luna por la edad tenemos:

0,00240617 * 69,121428 = 0,166318 armónicos

Esto es lo que hemos de añadir a la carta natal para obtener el armónico dinámico correspondiente a la fórmula (8). Como la carta natal es el armónico 1 nos queda:

0,166318 + 1 = 1,166318

En la figura 4 vemos el armónico 1,166318 de Diego Fabbri vigente en la fecha de su muerte por la fórmula (8).


Figura 4. Armónico 1,166318 de Diego Fabbri

En este armónico la Luna se sitúa a 27º 44' de Libra, exactamente la misma posición que ocupaba como planeta dirigido en la carta de la figura 3 y formando, por tanto, el mismo trígono exacto con la posición natal de Plutón y en la misma fecha. Pero en este armónico la Luna sólo hace aspectos tensos y Marte se ha situado en el grado de la cúspide de la casa 8. 

Podemos repetir todas estas operaciones con Urano a partir de la fórmula (9):
(9) un ciclo armónico de Urano = 840 años
que desemboca en el armónico 1,099371, donde Urano se sitúa a 27º 44' de Acuario, de nuevo la misma posición que ocupaba como planeta dirigido en la carta de la figura 3. 

Y podemos seguir haciendo lo mismo con cada uno de los demás planetas, con las cúspides de las casas, con los nodos y con todos los factores que hayamos decidido incluir en el cálculo de las direcciones simbólicas. En todos los casos, el planeta o factor elegido dará lugar a una carta armónica diferente en la cual ocupará exactamente la misma posición que en la carta dirigida.

No hay nada mágico ni extraordinario en estas coincidencias. Si el ciclo armónico de cualquier planeta es el número de armónicos que necesita para completar una vuelta al zodiaco y 840 años es el plazo que le asignamos para hacerlo le estamos haciendo recorrer el mismo espacio, en el mismo tiempo y a la misma velocidad que por direcciones simbólicas de clave 840. Sabiendo esto, nos podíamos haber ahorrado los cálculos, pero los hemos hecho para que se comprenda mejor que una carta de direcciones simbólicas es en realidad un compendio de factores sueltos extraídos de tantas cartas armónicas como elementos puntualmente localizables en el zodiaco contenga. Cada uno de los planetas de una carta de direcciones simbólicas de clave n se puede extraer de un armónico calculado a partir de la fórmula (10):
(10) un ciclo armónico del planeta x = n años
Por supuesto, una colección de cartas de armónicos dinámicos da más información que una única carta de direcciones simbólicas aplicada a un momento determinado, pero también da bastante más trabajo. No obstante, si nos interesa profundizar en una dirección aislada sólo tendremos que calcular una carta armónica, la asociada al planeta que forma la dirección, según la fórmula (10).

Con esto queda demostrado que las direcciones simbólicas, las profecciones y también los atacires, que se basan en los mismos principios, son casos particulares o variaciones de la fórmula general de los armónicos dinámicos, del mismo modo que las otras técnicas consideradas más arriba. Todas ellas quedan unificadas en una fórmula general. Además, dada la antigüedad de algunas de estas técnicas, se demuestra también que los armónicos dinámicos o diacrónicos están en uso desde hace muchos siglos, aunque no se les denominase así ni se tuviera clara conciencia de los principios en que se apoyaban. 


© 2012, Julián García Vara



5 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo con la afirmación de que son muy pocos los astrólogos que conceden al eje 0º Aries 0º Libra una importancia similar al eje nodal. En la interpretación habitual de cualquier aspecto entre planetas nos referimos siempre a la relación simbólica que guarda el ángulo formado por los planetas con el signo del zodíaco que se establece tomando como punto de partida de ese ángulo los 0º de Aries. Bill Tierney, Dinámica de los aspectos astrológicos.

    Carlos

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  2. Hola Carlos.
    Es evidente que todo astrólogo que use el zodiaco tropical y tenga en cuenta los signos que ocupan los planetas dentro de éste está concediendo una gran importancia al eje 0º Aries-0º Libra (tropicales) porque es el eje que vertebra ese zodiaco. Pero, a pesar de eso, apenas le está prestando atención como par de puntos sensibles dentro de una carta. Se suele juzgar que un planeta en conjunción con el nodo norte de la Luna recibe un énfasis especial, pero no se considera que un planeta a finales de Piscis o principios de Aries merezca una especial atención por el simple hecho de estar ahí. Pero si está ahí está en conjunción con el 0º de Aries, que es un punto nodal, y eso sería muy evidente en las cartas dracónicas si en ellas se dibujara la posición del 0º de Aries trópico como tal punto nodal. De modo similar, si el eje de los nodos de la Luna cae, por ejemplo, entre las casas 5 y 11, se entiende que esas casas adquieren un especial relieve, pero no se considera así si el que cae en esas casas es el eje 0º Aries - 0º Libra. A estas dos cosas me refiero cuando digo que ambos ejes no son tratados de la misma manera por la mayoría de los astrólogos y creo que fui generoso cuando dije que muy pocos tienen esto en cuenta, porque no creo que puedas citar ni siquiera a uno. Pero quizás no me expliqué con la suficiente claridad y por eso te agradezco que me des esta oportunidad de hacerlo aquí.

    Julián


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  3. Muchas gracias por la aclaración, Julián, yo la veía necesaria. Y sí, es verdad que no podemos citar a un solo astrólogo que tenga en cuenta ese eje 0º Aries-0º Libra. Y lo que dices de las cartas dracónicas, pues claro! Es algo que hay que ver. Resulta fascinante tu blog, no deja de sorprenderme con cada nuevo artículo. Un cordial saludo.

    Carlos

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  4. No sé Julian...qué destaca más?
    si tu generosidad o tu maestría.
    Felicitaciones!!!
    Saludos
    Gloria

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  5. Qué descubrimiento interesante, tengo el Sol casi a 29° de Piscis en la Casa VII. Aunque el signo de Aries está "interceptado" en dicha casa. La 8 empieza en Tauro...Hay alguna lectura adicional que me puedas sugerir acerca de esta conjunción? Gracias desde ya. José

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